La Torre Eiffel.

Corría el s. XIX y Europa descubría que el hierro valía para algo más que para las grapas y uniones de sus edificios; el uso del hierro colado sustituye a la forja permite construir grandes vigas, pero también adornos a precio reducido. Nacían así invernaderos, estaciones de ferrocarril, museos y pabellones para exposiciones; todo, además, recubierto y aireado por enormes paneles de vidrio de más de dos metros.

Los edificios de las exposiciones universales usaron este nuevo material de construcción para hacer de ellos enormes construcciones como mecanos, que se podían montar y desmontar, reutilizándolos después, con lo que se abarataban costes. Esta idea de pabellones de quita y pon la tuvo Joseph Paxton en la Exposición Universal de Londres de 1851.

Pero el paso definitivo de la consagración del hierro en la arquitectura fue la Exposición de París de 1889, donde, entre otras construcciones, la Torre Eiffel se erigió controvertida: se consideró entre los círculos artísticos como una ofensa al delicado arte parisino de todos los tiempos. ¡Qué ofensa, colocar en el centro de una de las ciudades más bellas del mundo un monumento a las máquinas! Incluso hubo gente que apostó que era imposible que superara los 228 metros de altura...

Realmente se esperaba que su vida fuera breve, apenas lo que durara aquella exposición, con sus 18000 piezas, más de 6300 toneladas, 30 metros de cimientos y 300 metros de altura (luego amplió su altura, al poner un repetidor de televisión en ella); hasta 1930 fue el edificio más alto del continente.

Lleva, además, el nombre de su constructor, el ingeniero químico Gustave Eiffel -que trabajó después en otras importantes obras, como el Canal de Panamá. Temiendo el desmantelamiento de su torre, la quiso convertir en imprescindible a partir de 1900, colocando una estación metereológica en su cúspide y una red telegráfica para uso militar.




  • Breve reseña sobre Gustave Eiffel, aquí.
  • Interesantes anécodotas e imágenes de su contrucción, aquí.
  • Arquitectura del hierro, aquí o aquí.

Día de la Paz: Gandhi.

Hoy, Día de la Paz, recordamos la figura de este hombre ejemplar: Mahatma Ghandi (1869-1948).

En realidad se llamaba Mohandas Karamchand Ghandi, pero su vida le condujo a poseer un título popular que no quería, el de "Gran Alma", que es lo que significa el nombre por el que le conoces.

Nació en un lugar remoto de la India, en el pueblo de Porbandar. Su padre era mercader y primer ministro, y su madre, una mujer muy religiosa que pertenecía a una rama hindú que mezclaba las prácticas de su religión con las del Islam; ella fue quien le enseñó el amor por las prácticas no violentas y el aprecio por cualquier aspecto de la Creación (de ahí también su vida vegetariana).

Le casaron muy joven con una muchacha de la que se enamoró pronto, y no destacaba precisamente en los estudios. Sus padres le enviaron a Londres a estudiar y fue allí donde logró su título de abogado, así como el fuerte deseo de encontrar un punto de unión entre el hinduísmo, el cristianismo, el islam y el budismo.

Vivió muchos años, después, en Sudáfrica, donde conoció una minoría hindú con la que se comprometió cuando descubrió que los ingleses, que controlaban el territorio, amenazaban con quitarles algunos derechos, como el de poder votar. Fue allí donde gestó su deseo de luchar por una India independiente, pero de forma diferente: desde la práctica ejemplar de la noviolencia y la resistencia pacífica contra los abusos que su pueblo estaba sufriendo. Sus armas: la huelga general (hasta el punto de conseguir que no se pagaran impuestos durante esas presiones), boicots y protestas activas contra los abusos ingleses en su país y la defensa de la casta de los intocables (por los que se puso con frecuencia en huelga de hambre para reivindicar sus derechos) o de los derechos de los hindúes a participar en la vida política de la India. En paralelo, además, se convirtió en líder espiritual de millones de personas que veían en él una especie de profeta...

Su radical oposición a la Segunda Guerra Mundial le valió estar encarcelado, pero también pulsar la fuerza que sus palabras y gestos ejercían sobre la multitud de personas de las castas más bajas y populares. Tal poder tenía su figura que se convirtió en un personaje político de primera magnitud e intervino de forma activa en el proceso de negociación por la independia de la India al acabar la Guerra.

Pero le valió también odios de radicales musulmanes e hindúes (antiquísimos enfrentamientos originados por el deseo de los musulmanes de separar su territorio del indio limítrofe), hasta que un 30 de enero de 1948 un joven extremista hindú le asesinaba por la noche.

  • Más sobre Gandhi, aquí.
  • Frases para pensar de este personaje, aquí.

La guerra de Troya (5): el caballo de Troya y el final de la contienda.


Una mañana los troyanos descubrieron que los griegos se habían ido; en su lugar, a las puertas de la ciudad se encontraba un gigantesco caballo de madera que tenía una inscripción en honor a Palas Atenea. El regalo era tan grandioso que pronto varios decidieron abrir las puertas de la muralla para meterlo en la ciudad; otros, sin embargo, como la profetisa y princesa troyana Casandra y el sacerdote Laocoonte avisaron de que esto iba a ser un terrible error para la ciudad, pero la alegría de verse sin sus enemigos era demasiado grande...

Todo fue fiesta en Troya; sus habitantes reían, cantaban y bailaban. La guerra había terminado después de diez largos años. Cuando la bebida empezó a hacer efecto y la noche caía sobre la ciudad dormida, salieron del interior del caballo, uno a uno, los guerreros griegos. Mientras pasaban por la espada a la ciudad, llegaban por barco el resto de los soldados.

Ardió Troya salvajamente. La guerra había terminado definitivamente y la ciudad pasaba a la Historia. Los héroes, sólo los que habían logrado sobrevivir, volverían a sus casas... La diosa Atenea, señora de las guerras, había apoyado a los griegos desde el principio y les había inspirado la trampa...

  • El autor de la Iliada, Homero, aquí.
  • Un resumen de la verdad de Troya y de su guerra, aquí.
  • Laocoonte ha inspirado el arte, aquí.

La guerra de Troya (4): la muerte de Aquiles

Aquiles no quiso oir los ruegos de Patroclo para que volviera al combate, de forma que este decidió vestirse con las prendas de guerrear de su amigo y se lanzó a la batalla; con tal ansia y rabia que todos pensaban que era el mismísimo héroe el que estaba entre sus filas, hasta que en un momento de la contienda, el príncipe troyano Héctor acabó con su vida.

El héroe Aquiles sollozó largamente ante el cadáver de Patroclo y juró vengar su muerte. Así, al día siguiente, combatió fieramente, aterrorizando al bando troyano hasta el punto que creían que los griegos tenían un demonio entre sus filas. Su objetivo estaba claro: encontrar y acabar con la vida de Héctor, en un vano intento por recuperar el honor perdido de Patroclo en la batalla.

Lo encontró, claro. El odio fue tan extremo que Aquiles le cortó el cuello a Héctor de un solo y certero tajo de su espada, atando luego por los tobillos el cadáver y arrastrándolo ante las murallas de Troya. Príamo, el rey de Troya, acudió al día siguiente junto a su familia al campamento griego, suplicando le devolvieran el cuerpo de su hijo muerto para poder enterrarlo. Tanta era su desesperación y piedad que Aquiles se calmó un poco, se lo devolvió y declaró una tregua de doce días en honor al joven príncipe troyano.

Unos días después, Aquiles concierta una cita con Príamo, pues se ha enamorado de su hija. Oculto tras la estatua del dios Apolo, en cuyo templo iban a encontrarse héroe y rey, Paris le lanzó una flecha al talón, el único punto no inmortal de Aquiles, provocando su muerte.


Más sobre Troya pinchando aquí.

La guerra de Troya (3): la contienda y Aquiles.

La guerra fue terrible... Diez largos años sembrados de muertes y batallas. Ya desde el principio, cuando los griegos desembarcaron en las costas de Troya, mostraron que no iban a dejarse vencer fácilmente y lograron que los troyanos se refugiaran detrás de sus murallas.

La tensión llegó a ser tan grande que el rey Menelao decidió jugárselo todo en un combate a muerte con Paris, de forma que el ganador se quedaría con Helena. El duelo se siguió con expectación y total silencio, de forma que griegos y troyanos dejaron incluso de respirar cuando Menealo logró herir gravemente a Paris en un muslo... y ya se preparaba a hacer el embite final cuando los troyanos se abalanzaron sobre su héroe y consiguieron protegerlo tras las murallas de la ciudad.

Con el tiempo, ambos bandos quedaron equilibrados y sólo un hecho precipitó el final: Agamenón reclamó al temible Aquiles que le diera a su esclava Briseida. Esto provocó la cólera del héroe, y herido en su orgullo, decidió retirarse del combate, permaneciendo en su tienda. Esto fue terrible para el bando griego, pues Aquiles era el que infundía valor entre ellos...

Patroclo, su más fiel y querido amigo, se acercó a la tienda para hablar con él y hacerle entrar en razón...


La guerra de Troya (2): Helena de Troya y los griegos.

Helena, reina de Esparta, esposa de Menelao e hija de Zeus y Leda, era la mujer más bella del mundo, sin duda. Por eso Afrodita ayudó a Paris a raptarla, tal como le había prometido. A Menelao esto no le pareció bien, claro, de forma que cuando descubrió el pastel, convocó a reyes de polis cercanas y formaron una gran coalición para vengar la grave ofensa sufrida por el rey espartano.

Agamenón, rey de Micenas, se convirtió pronto en el líder de la expedición que se encaminaría a Troya para hacer regresar a Helena. Algunos reyes, como Odiseo -Ulises-, rey de Ítaca, se resistieron a unirse, así como el temible Aquiles, casi inmortal gracias a la magia de su madre, la nereida Tetis. Con argucias, Agamenón consiguió convencerlos... Marchaban a la guerra, sin saber que duraría diez largos años, que muchos morirían en ella y otros aún vivirían más aventuras al regresar a sus casas...


La guerra de Troya (1): el inicio: el Juicio de Paris.

Se equivocó la nereida Tetis al no invitar a su boda a Éride, la diosa de la discordia; como venganza, esta tiró una manzana entre los invitados que llevaba una inscripción: Para la más hermosa. Tres fueron las diosas dignas de merecer el premio: Afrodita, Hera y Atenea.

Claro, era necesario que quedara claro quién era la más bella -como la madrastra de Blancanieves-, de forma que los dioses le pidieron a Zeus que actuara como árbitro; el padre de los dioses no quería líos, de forma que le encargó al príncipe Paris, hijo de Príamo, rey de Troya.

Paris tuvo una infancia propia de los grandes personajes del mundo griego, pues estando su madre embarazada, tuvo en sueños la premonición de que era preciso que se deshiciera del niño, ya que sembraría el horror en la ciudad. Al nacer, el niño fue abandonado cerca del monte Ida, intentando así darle muerte. Pero el Destino es caprichoso y unos pastores encontraron al bebé y le cuidaron.

Hermes, haciendo su trabajo como mensajero de los dioses, acompañó a las tres diosas a presencia de Paris; cuando las vio, no sabía por cuál decidirse, pues realmente las tres eran bellísimas y además le ofrecieron grandes y espléndidos regalos: el control sobre Asia, la victoria en todos los combates y la mujer mortal más bella del mundo. Paris no pudo resistirse a este último regalo, promesa de Afrodita, por lo que le dio la manzana y ella se convirtió en la protectora de los troyanos.

Las otras dos diosas no podían consentir que eso acabara ahí...
  • Más de la guerra de Troya pinchando aquí.
  • Personajes de la guerra aquí.
  • Schilemann, descubridor de Troya, aquí.

Encuesta: entrada sugerida para enero.

Atendiendo a la petición, en breve la Guerra de Troya. ¡Gracias por participar!

el Rey Sol
2 (6%)
George Washington
3 (9%)
cometa Halley
8 (24%)
la Guerra de Troya
20 (60%)

Votos: 33

Mirando la Reconquista española.

Dedicado a los de 2ºC, que ayer sufrían el examen sobre el tema de la Reconquista española:




El castigo eterno de Sísifo.

Sísifo era hijo de Eolo; estaba felizmente casado con una Pléyade, Mérope, una bellísima mujer hija de Atlante, con la que tuvo varios hijos (Glauco, Ornitión y Sinón).

Sísifo era un semidiós muy listo -o muy listillo, según como se mire-, de modo que pudo descubrir que su vecino Autólico, un consumado ladrón que poder de metamorfosear cualquier animal que robara, le estaba quitando, todos los días y delante de su cara, parte de su rebaño. Claro, semejante acción, a ojos de Sísifo no podía quedarse sin castigo, así que sedujo a Anticlea, la hija de Autólico, y tuvo con ella a un hijo, el gran Ulises.

Pero este personaje iba mucho más allá, porque hasta pudo fundar una ciudad, Corinto, y poblarla con hombres que habían brotado de las setas.

Hasta intentó engañar al mismísimo Zeus, pues cuando se enteró de que el padre de los dioses había raptado a Egina, no dudo en contárselo al padre de esta, el dio-río Asopo, a cambio de que este le diera a su recién estrenada ciudad una fuente perenne de agua. Asopo persiguió a Zeus y este sólo pudo escapar de su ira convirtiéndose en roca.

Claro, Zeus se acabó enterando, no paró hasta conseguir que Sísifo acabara en el mundo infernal, donde reinaban Hades y Perséfone -también les intentó engañar... y lo consiguió, pues no en vano, no estaba dispuesto a pasar la eternidad en el mundo de los muertos.

A pesar de que Sísifo logró escapar del Infierno en dos ocasiones, el dios Hermes consiguió apresarlo y Zeus le dio un castigo ejemplar: los jueces de los Muertos le enseñaron una enorme roca, tan grande como aquella en la que se convirtió Zeus al escapar de Asopo, y le ordenaron que la hiciera rodar cuesta arriba hasta la cumbre de una montaña, dejándola caer por el otro lado. Pero qué desgracia para Sísifo: cuando por fin estaba a punto de coronar el monte con el pesado pedrusco, este volvía a caer hasta abajo del todo, de forma que había que empezar otra vez.
¡Ah! Merope abandonó a Sísifo, ya que estaba avergonzada de tener un marido que había intentado engañar al mismísimo Zeus y, encima, estaba condenado por toda la eternidad.

  • Y ella misma, además, vivía en el cielo junto con sus seis hermanas, como puedes ver aquí y aquí.
  • La historia de Sísifo para niños, aquí.
  • Más terribles castigos, aquí.

El sistema de castas de la India.

Estos días estoy releyendo el libro de Dominique Lapierre La ciudad de la alegría (un resumen del libro lo podéis encontrar aquí y sobre la película adaptada, aquí); creo que tenía unos catorce o quince años la primera vez que cayó en mis manos, me impactó mucho en su momento y tenía ganas de retomarlo.

Una de las cosas que más me chocó la primera vez que lo leí, y que ha vuelto a mi cabeza estos días es la descripción del sistema de castas de la India. Oficialmente abolido por la Constitución india de 1947 y contra la que se rebelaron Mahatma Ghandi o la beata Madre Teresa de Calcuta, sin embargo sigue vigente de forma extraoficial, especialmente en el ambiente rural.

El sistema de castas es una forma de organizar la sociedad en función del grado de pureza que tiene la actividad que desempeña cada persona, dentro de la religión hindú. Las castas se remotan al 1500 a.C. y en origen eran cuatro -aunque luego se subdividen hasta llegar a ser 2000-: los brahamanes (sacerdotes con poder de curación), kshatruyas (guerreros y gobernantes), vaisyas (campesinos libres, pastores, artesanos y comerciantes) y sudras (esclavos). Se pertenece a una casta por nacimiento, de forma que también el trabajo que desempeñará el niño a lo largo de su vida de adulto también está definido desde ese momento; estaban prohibidos los matrimonios entre personas de diferente casta.

Pero por debajo de este sistema se encuentran los sin casta o intocables, los dalits, considerados impuros y sometidos a una fuerte situación de marginación y prohibiciones. Hacia ellos dirigieron su acción Ghandi y Teresa de Calcuta, ya que son los más pobres entre los pobres. Y estos son lo que aparecen en el libro que me estoy leyendo ahora. Son los que limpian los baños o recogen los animales muertos, los que no pueden tocar el pozo de los pueblos o a los que no se puede hablar ni tocar sin caer en el peligro hindú de la impureza, no pueden protestar y a veces ni se les paga por los trabajos que hacen.

La escala de Richter.

Después de las noticias que nos llegan esta semana sobre el gravísimo terremoto ocurrido en Haití, no queda más que pensar que estamos a merced de la Naturaleza... De hecho, si pinchas aquí podrás saber dónde acaba de producirse uno.

Le debemos al sismólogo estadounidense Ch. Francis Richter (1900-1985) una escala para medir terremotos -no es la única, pero sí la más conocida-, en función de la magnitud de su intensidad.

La escala de Richter oscila desde la magnitud -1.5 (cuyo efecto sería algo así como romper una roca en un laboratorio) hasta las peligrosas de 10 a 12, similares a la caída de un meteorito en algún punto de la Tierra o la fractura del núcleo de la Tierra. Cada día hay montones de terremotos de baja intensidad (magnitud 2 a 4), pero no los percibimos; el problema es a partir de 4, cuando podemos darnos cuenta de ellos. Un terremoto de magnitud 5 ya causa graves daños en un edificio. A partir del 6 hablamos de destrucción total (el terremoto sufrido en Haití esta semana era de 7).

  • Pinchando aquí podrás ver la simulación de un terremoto.
  • Aquí podrás saber ejemplos de terremotos y la graduación de los mismos.
  • Más sobre esta escala, aquí.
  • Las dos escalas usadas para medir terremotos y sus efectos, aquí.


Una ayudita para las madres (y padres) de mis alumnos.

Tras escribir mi opinión particular sobre los regalos de Reyes y la necesidad de que Sus Majestades no se olviden de la importancia de los libros -como se puede leer aquí-, me he dado cuenta de que, tal vez, sería bueno orientar a los Magos de Oriente sobre posibles lecturas juveniles. Y es que nunca se sabe si en los regalos de cumpleaños de este casi recién estrenado 2010 caerá alguno.

Algunas propuestas interesantes de lecturas para alumnos de Secundaria las podéis encontrar pinchando aquí.

Las aventuras de Hércules (8): el toro de Creta.


Un día el rey Minos, hijo de Zeus y Europa, prometió al dios Poseidón que le sacrificaría lo que saliera del mar, de forma que el el dios hizo aparecer un toro, un fantástico animal enorme y gigantesco que echaba fuego por las fauces. Pero Minos lo encontró tan hermoso que lo introdujo en sus rebaños.

Esto Poseidón no lo podía consentir: era una acción que merecía un castigo ejemplar, de forma que hizo que la reina Pasifae, la bellísima esposa de Minos e hija del dios Helios, se enamorara del animal y tuviera con él un hijo, el monstruo Minotauro. Después hizo enloquecer al toro.

El rey Euristeo decidió que la siguiente prueba para Hércules sería algo relacionado con este toro: ir a Creta, donde estaba provocando estragos en las cosechas y entre los campesinos, capturarlo vivo y llevarlo ante él.

El héroe no dudó en marchar hacia allí, convencido además de que este trabajo no le daría ningún problema, ya que el animal no tenía poderes mágicos y le bastaría su descomunal fuerza para vencerlo. Cuando llegó, Minos le ofreció -por supuesto- toda la ayuda que necesitara.

Cuando Hércules se encontró con el toro lo agarró de los cuernos y se lo echó a los hombros, conduciéndolo por el mar Egeo hasta la corte de Euristeo, en Micenas. El rey, cuando lo vio, se lo ofreció a la diosa Hera, pero la diosa, al ver la ferocidad del animal y que había tenido algo que ver con Hércules -y la diosa seguía odiándolo-, rechazó el regalo.

Euristeo puso imprudentemente al toro en libertad, que acabó atravesando el istmo de Corinto, hasta que finalmente el héroe Teseo le dio muerte en la llanura de Maratón.

  • Si quieres saber de personajes mitológicos griegos, pincha aquí.
  • Un resumen de los trabajos de Hércules, aquí.
  • Las aventuras de Teseo, aquí.
  • El rey Minos tiene que ver con la historia de Grecia: la civilización minoica, pincha aquí.
  • Sobre la vida del rey Minos, aquí y su relación con el Minotauro, aquí.
  • Y si quieres leer una novela muy interesante sobre el minotauro, pero ambientada en el mundo digital, visita aquí.

Mis alumnos de 2º...

Hoy comenzaba el segundo trimestre con mis alumnos de 2º, nieve en mano, preguntándoles por los regalos recibidos esta Navidad... Observo que los libros son objeto en extinción en favor de la primacía del mundo informático, consolas, ordenadores y teléfonos móviles.

Lo cual me preocupa, vistas las dificultades que tienen los jóvenes a la hora de relacionarse cara a cara con otros, saber hablar en público, expresar sus emociones o ser habilidosos socialmente. Sé que muchos de mis alumnos andan por las redes sociales -ignoro si sabiéndolo sus familias o no- y que sus amigos están, en su mayoría, al otro lado de la pantalla.

Pero un libro, siempre, es un amigo, siempre está ahí, siempre ofrece aventura y tiempo... No entiendo cómo a los Reyes Magos se les ha olvidado traer más paquetes bibliófilos... Y sé que muchos padres me leéis... La falta de lectura impide una buena ortografía, leer y expresarse correctamente, entender los libros de texto, ser capaz de relacionar ideas, tener un buen y amplio vocabulario, mejorar la mente, crecer como persona...

La Peste Negra (1348-1400)

Estuvo asolando Europa desde 1347 a 1350, arrasando aldeas enteras. Se calcula que provocó cerca de 25 millones de muertes y que un tercio de la población europea murió por su causa durante la primera mitad del s.XIV.

Fue la Dama Negra, la epidemia de Peste Bubónica provocada por la bacteria Yersunia pestis, transmitida al ser humano a través de las pulgas de las ratas de cloaca.

Las pulgas infectadas picaban a las personas o se introducían en el ser humano a través de cortes en la piel; pronto aparecían los síntomas, familias enteras caían víctimas de su poder: hinchazón y fuerte dolor de ganglios (bubones en axilas, ingles y cuello), fiebre alta, dolor de cabeza, escalofríos, debilidad general, náuseas, sed y multitud de manchas purpúreas en todo el cuerpo, formando pústulas que provocaban gangrenas. En cuestión de horas los cadáveres se agolpaban en las puertas de las casas, hogares malditos donde las personas eran enterradas en vida, sabiendo que el contagio era seguro... La infección podía pasar a los pulmones, de forma que morían nueve de cada diez enfermos.

Dicen que el origen de la enfermedad estuvo en algún punto de Asia (donde el descenso de la población llegó a alcanzar el 90%), llegando a Europa a través de peregrinos, soldados y, sobre todo, barcos comerciantes con las ratas infectadas entre sus mercancías. Tampoco ayudó mucho el hacinamiento de las ciudades, la mala alimentaciónb, la falta de higiene y el desconocimiento médico... Cosas tan simples como lavarse las manos tras estar con un enfermo o aislarlos eran impesables la mayoría de las veces. Creyeron que era un castigo divino y se pedía ayuda a los santos, como san Roque -sus marcas de lepra le identificaban con los enfermos- o san Sebastian -las señales de las saetas de su martirio parecían las marcas de las pústulas-, o se salía en procesión -de forma que la enfermedad se propagaba más rápidamente-, suplicando el perdón de los pecados y flagelándose.

Aquí podrás leer un interesantísimo resumen sobre este enfermedad.
Más información aquí y aquí.

¿Dónde vivían los piratas?

Algunas de las zonas que hoy consideramos paraísos tropicales fueron en su idea -por su emplazamiento, por sus condiciones para ocultarse o por encontrarse cerca de las rutas comerciales españolas- verdaderos nidos de piratas. Entre otros muchos, por ejemplo:

  • La isla de la Tortuga, que existe, sí; es una pequeña isla situada al norte de Haití, el país más pobre de América. Fue la sede de los Hermanos de la Costa y, en general, el refugio de bucaneros franceses y filibusteros, sobre todo durante los años 1630 a 1700.
  • Port Royal, una ciudad jamaicana a la que llegó Colón en 1494 y conquistada por Inglatera en 1655; se convirtió entonces en la ciudad de los bucaneros y filibusteros británicos. Quizá te suene el pirata Henry Morgan, que fue su gobernador en 1681.
  • Nassau es la principal ciudad del archipiélago de las Bahamas, en la isla de Nueva Providencia. El lugar era estupendo para los piratas más sanguinarios de principios del s.XVIII, ya que desde aquí se podían vigilar las rutas del Caribe y las atlánticas.

Y cuidado, que esto de la piratería existe todavía. Y si no te lo crees, aquí y aquí te dejo información de los piratas del s. XXI.

Más información sobre la Isla Tortuga: aquí y aquí.
Sobre Port Royal: aquí, aquí y aquí.

Y aquí, todo sobre los piratas (en inglés).

Las aventuras de Hércules (7): las aves de Estínfalo

Las orillas del lago Estínfalo, a los pies del monte Cilene, eran un lugar perfecto para las enormes bandadas de aves de la zona...

Por eso este fue el siguiente trabajo que se le encargó a Hércules. No parecía que fueran a ser muy problemáticas para el héroe, ya que se asemejaban a enormes gansos, con cuerpos cortos, patas y pico de bronce y cuellos muy largos... y él conocía la zona porque había nacido allí. Estas aves, sin embargo, se defendían tirando a su antojo sus plumas metálicas sobre los que pasaban por allí, devorando luego su cuerpo; y esto sólo lo hacían... si percibían que la persona no estaba armada, pues si era al contrario, huían.

Cuando llegó allí no supo por dónde empezar, ya que de forma sigilosa no lograba acercarse, pues el terreno era muy blando y se hundía. Pero, afortunadamente, los dioses olímpicos siempre andaban cerca. Sucedió que la diosa Atenea llegó al lugar estando allí el héroe, y este le contó su problema. Es bien sabido que a Atenea le gusta meterse en las historias de los grandes hombres griegos, de forma que le regaló unas castañuelas de bronce hechas por Hefesto, para que hiciera ruído.

Hércules no sabía si aquello iba a funcionar, pero por si acaso se subió al monte y cuando desde lo alto tenía todo el lago a sus pies, empezó a tocar el instrumento. El ruído semejaba una selva ardiendo; los pájaros, espantados, se dirigieron a toda prisa hacia él, emitiendo agudos gritos. El héroe se defendió abatiendo a algunas de las aves con sus flechas, pero la mayoría de las aves no regresó al lago -algunas, de hecho, fueron vistas por los argonautas en el Mar Negro.



La torre más alta del mundo.

Ayer, 4 de enero, se inauguraba en Dubai la Torre Jalifa o Burj Dubai, la habitada más alta del mundo, con una altura de 828 metros.

La noticia del evento la podéis leer aquí (con un vídeo de la inauguración) y aquí (con otro vídeo).

Personajes: José San Martín, genio militar del Nuevo Mundo.

Este es el héroe de la independencia americana, el argentino José San Martín (Yapeyú, 1778- Boulogne-sur-Mer, Francia, 1850). Se le recuerda siempre montado en su caballo negro, vestido de forma sencilla, de poca estatura, pero de aspecto impresionante, con pelo moreno, nariz aguileña y vivos ojos oscuros. Educado, familiar, parco en palabras, optimista y muy discreto, su gran sueño era liberar a los americanos del absolutimo colonial español y fundar una gran nación latinoamericana.

Lo de la milicia le venía de familia y estudió la carrera militar en España -también aquí entró en contacto con las ideas liberales y constitucionalistas de Cádiz- y combatió valientemente contra las tropas napoleónicas; su ascenso fue fulgurante hasta lograr el grado de teniente coronel.

El talante de las Cortes de Cádiz que había conocido en su estancia en España lo llevó a su tierra natal en 1812, cuando, tras una breve estancia en Inglaterra, vuelve a Argentina y allí le encargan la formación del regimiento de granaderos y la jefatura del ejército del Norte. Además, parece que fundó una asociación secreta para luchar por la libertad de los pueblos americanos.

Su gran gesta militar la protagonizó en 1817, cuando superaba los Andes en la frontera con el Chile actual, derrotando al ejército realista y entrando en la capital el 14 de enero de ese año. Un año después, Chile conseguía su indenpendencia. Después vino Perú, en 1821, y el cargo de protector, que aceptó hasta lograr la completar la pacificación del país.

Algunos años después abandona la vida pública y se retira a Francia en 1824. En Europa vivió duros momentos económicos hasta el momento de su repentina muerte.

Sobre el contexto de este personaje:

  • Guerra de Independencia española aquí,
  • una breve aproximación al s. XVIII español aquí,
  • su biografía aquí,
  • el proceso de indenpendencia americana aquí,
  • el Despotismo ilustrado español aquí y aquí.

Los muebles de una casa medieval.

Seguro que tu casa es suficientemente grande para todos y que dispones de un número abundante de muebles para decorarla.

En la Edad Media hubiera sido más sencillo, ya que el mobiliario no era muy variado: algunos taburetes y bancos, arcones (las chicas jóvenes tenían uno para ellas, donde guardaban lo que usarían en su casa una vez casadas, como sábanas o prendas de vestir), una o dos mesas desmontables y unas camas; si la casa era amplia, el servicio dormía en jergones de paja. Como las habitaciones se situaban una detrás de otra, los muebles se ponían pegados a las paredes, para dejar paso. Como te habrás dado cuenta, no había armarios, sino hornacinas con estantes para poner la vajilla y contenedores de agua; en las habitaciones, además, se ponía una jofaina y un gancho con una toalla al lado.

Cuando en la casa había objetos valiosos, como libros, documentos o joyas, las hornacinas se cerraban con puertas de madera o celosías, y entonces la estantería se convertía en un armario empotrado.

¿Y dónde colocar, entonces, las cosas que se usaban todos los días? En ganchos en las paredes; allí se colgaban las ollas, jarras y cucharas de la cocina, o el calientacamas, espejos, sombreros y ropa del dormitorio.

Las aventuras de Hércules (6): el jabalí de Eramanto.

Euristeo no pudo más que sorprenderse cuando Hércules le llevó a la cierva de Cerinia, la de su tercer trabajo. Enseguida le presentó el que iba a ser su cuarto trabajo: capturar vivo al jabalí de Eramanto, animal monstruoso y feroz que estaba aterrorizando a los habitantes de Arcadia; sus colmillos eran tan grandes como el brazo de un hombre y no conocía el miedo.

A la mañana siguiente Hércules se puso en camino. Sólo hizo una parada para visitar a su amigo el centauro Folo, hijo de Sileno y de una ninfa de los fresnos; Folo era un ser hospitalario, hasta el punto que le ofreció al héroe distintos tipos de carne cocinada -los centauros comen carne cruda- y le permitió beber de su jarra de vino, regalo de Dionisos.

Pronto empezaron los problemas, ya que al olor del vino los centauros se enfurecieron y se armaron con peñascos y árboles; Hércules se defendió y les lanzó flechas envenenadas con la sangre de la Hidra, de forma que en la lucha muchos murieron o huyeron. Folo se hirió accidentalmente con una de las flechas, al ocgerla, sorprendido de que algo tan pequeño pudiera matar a seres tan formidables como los centauros. El héroe enterró a su amigo al pie del monte que toma su nombre, el Foloe y después continuó con el trabajo encomendado.

No fue necesario preguntar por el animal, puesto que había nevado y sus huellas se veían claramente sobre la nieve. Pronto lo encontró, semienterrado, de forma que lo rodeó y lo espantó son un tremendo grito. El animal, presa del pánico, huyó hacia su madriguera, pero quedó atrapado por un montón de nieve. Hércules lo inmovilizó con su red y lo ató fuertemente; luego se lo echó a los hombros y emprendió el camino de vuelta.

Pinchando aquí podrás saber algo más sobre los doce trabajos de Hércules.

El Roscón de Reyes.

Dentro de unos días podremos degustar uno de los dulces típicos del tiempo navideño español –aunque también se come en México, Francia y Portugal-: el Roscón de Reyes. Como muchos ya sabéis, es un postre elaborado con harina, azúcar, leche, mantequilla, huevos, levadura, agua de azahar y ralladura de naranja y limón, en forma de anillo, a veces relleno de nata o chocolate, con frutas confitadas por encima –algunos dicen que representan las joyas preciosas de las coronas de los Reyes Magos- y en su interior, una figurita, moneda o un haba escondidos. ¡Hummm! Según la tradición, ha de comerse entre el 5 y el 6 de enero.

El origen de este dulce no está claro. Dice la leyenda que podemos encontrar a los antepasados de nuestros Roscones en las fiestas Saturnales que celebraban los romanos la segunda quincena de diciembre; parece ser que eran normales los banquetes públicos en honor a Saturno y que se escondía un haba en un lugar de las casas o entre la miga del pan. El esclavo que lo encontrara sería libre durante las fiestas.

Además, en enero los romanos elaboraban unas tortas redondas de higos, dátiles y miel que se repartían entre las clases sociales más pobres. Dentro de ellas había una judía seca, como signo de prosperidad. Esta costumbre se perdió hasta la Edad Media, cuando los niños comían estas tortas y el haba representaba al Niño Jesús.

En el s. XVIII, el rey español Felipe V introdujo desde Francia este dulce –costumbre extendida en su país de origen desde el s. XI-, sustituyendo el haba por una moneda de oro y convirtiendo en tradición las frutas escarchadas y el comerlo el 6 de enero. Cuenta la leyenda que su padre, el rey Luis XV de Francia, tenía un cocinero eslavo que le regaló ese día un postre típico de su tierra, con un medallón de diamantes en su interior; tanto le gustó la idea al rey que lo tuvo por costumbre entre la aristocracia francesa.

Si eres un manitas en la cocina, aquí te dejo la receta del Roscón...; y si eres alérgico al huevo, una receta especial.

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