El nombre de Felipe y España (1): Felipe I

Hace unos días asistíamos (bien en directo, bien en la calle, por las redes sociales, a través de la televisión) a la proclamación del nuevo Rey Felipe VI de España.

¿Y qué podemos decir de los otros Felipes que han reinado en España? Felipe I de Borgoña (1478-1506) fue rey consorte de Castilla, al estar casado con Juana I (1679- 1555) -popularmente conocida como la loca. Los Reyes Católicos practicaron una política exterior en Europa afianzada en el matrimonio de sus hijos con príncipes y princesas de otros reinos, con el objetivo a medio plazo de aislar a su natural enemigo, el reino de Francia. 


Así, se decidió el matrimonio entre Juana y Felipe, Archiduque de Austria, hijo del emperador Maximiliano de Austria y de María de Borgoña; la ceremonia sería doble, porque a cambio el emperador cedía a su hija Margarita de Austria para casarse con el príncipe Juan de Castilla. Y mucho debió de sufrir la castellana cuando llegó a la corte borgoñona en 1496, pues contó con la oposición de los nobles francófilos y las aventuras amorosas de su marido, bien conocidas por ella, y a pesar de las cuales no pudo no enamorarse perdidamente de él, hasta sufrir esos celos patológicos que le valieron el apodo histórico de La loca. Seis hijos nacerían de este matrimonio: Leonor (futura reina de Portugal y Francia), Carlos (futuro rey de España y emperador), Isabel (futura reina de Dinamarca), Fernando (que será emperador tras la abdicación de su hermano), María (futura reina de Hungría) y Catalina (futura reina de Inglaterra). Cuentan, sin embargo, que cuando se conocieron (unos días después de la llegada de Juana a la corte borgoñona) que la atracción entre ellos fue patente para todos...

Hijos de Juana I y Felipe I

Al morir los hermanos mayores de Juana I, así como su sobrino portugués, hijo de su hermana Isabel, Juana es nombrada Princesa de Asturias, por lo que se impone le regreso a la península. La llegada de Felipe I está marcada por las enfermedades, porque muy pronto contrae sarampión y unas fiebres que obligaron a retrasar el reconocimiento de Juana como heredera por parte de las Cortes de Aragón. Recuperado, vuelve a sus territorios flamencos, agudizando con su marcha los celos y angustia de Juana, que se queda junto a sus padres. Aprovechando su vuelta a Flandes, Fernando aprovecha para estrechar lazos diplomáticos con el rey de Francia, pese al horror de sus suegros, que no veían estas relaciones con buenos ojos. 

Cuando muere Isabel, Juana es declarada Reina de Castilla, pero Felipe intenta disimular la enfermedad psicológica de su mujer, dado que su suegra sospechaba desde hacía tiempo que su hija no estaba en condiciones de gobernar, estableciendo una cláusula en su testamento que permitía a su esposo Fernando ser regente de Castilla en caso de confirmarse la incapacidad de Juana. Felipe I mantiene desde entonces una tensa relación con su suegro. 

Sin embargo, corto iba a ser el gobierno de Felipe I como Rey de Castilla: llega a la península un 8 de enero de 1506 y el 16 de septiembre enferma gravemente por una fiebres. Aunque intenta hacer su vida normal, empeora rápidamente y fallece en Burgos, acompañado en su agonía por su esposa, el día 25 de ese mes. La rapidez de su fallecimiento hizo que pronto corriera el rumor de que había sido envenenado. Su corazón fue enviado a Bruselas, y su cuerpo en Granada, por orden de su hijo.



El nuevo Rey, Felipe VI, y su escudo de armas.

Hace unos días recibíamos  la noticia de la decisión del Rey Juan Carlos I de abdicar la Corona de España. Hoy el foco de la linterna de la Historia iluminaba Madrid, en el acto de proclamación del nuevo Rey, Felipe VI.


Se presentaban hoy las Armas oficiales de Su Majestad, que muestran algunos cambios respecto a las de su padre, el Rey Juan Carlos.
Escudo de Armas de S.M. Juan Carlos I de Borbón
El escudo de Armas del Rey Juan Carlos I es cuartelado, presentando, en distintos colores (gules o rojo y plata) el castillo dorado del Reino de Castilla, el león rampante linguado de Castilla, cuartel en oro y gules de Aragón, la cadena en orla, cruz y aspa de Navarra, la granda hojada del Reino de Granada y, por último, en el centro, tres flores de lis, símbolo de la dinastía borbónica. Acompañan todo la cruz roja de Borgoña y el yugo y flechas de los Reyes Católicos. Rodea el escudo el Toisón de Oro y lo remata la Corona de España con cinco florones visibles y una cruz sobre un globo. El Rey Juan Carlos, además, usa el color azul como fondo de bandera y estandarte de su escudo de Armas. 

El Rey Felipe VI ha elegido un escudo de Armas con algunos cambios, consultando con la Real Academia de la Historia, pues estos símbolos son, en sí mismos, un recordatorio de la Historia del país y de su evolución a lo largo de los siglos. 

Escudo de Armas de S.M. Felipe VI de Borbón.
El escudo de Armas del Rey Felipe VI, que ha ondeado hoy por primera vez, se usa con el fondo carmesí tradicional, anterior a 1833 -cuando se empleó el morado y luego el azul. Se presenta también cuartelado y con los mismos símbolos en los cuarteles que el de su padre, aunque el león rampante aparece en púrpura. La Corona es también muy similar, con algunas variaciones de color en algunos puntos y el forrado en rojo. Desaparecen la cruz de Borgoña y el yugo y las flechas, elementos personales empleados por S.M. Juan Carlos I, posiblemente a fin de darle su propia personalidad. Estas Armas ya eran propiedad de Felipe VI siendo Príncipe de Asturias, siendo reguladas en el 2001, aunque con la distinción de un lambel (un pequeño anexo de tres salientes, en azul, con el que se identifica simbólicamente en España al Príncipe de Asturias) y una Corona de tres florones, la propia también del heredero. 


  • Armas del Rey Juan Carlos I, explicadas con lenguaje heráldico, aquí
  • Armas del Rey Felipe VI, aquí. 
  • El reinado de Juan Carlos I, aquí. 
  • La figura del nuevo Rey, Felipe VI, aquí
  • Funciones del Jefe de Estado, aquí
  • Dossier de la Casa Real española sobre la abdicación del Rey Juan Carlos I y el acto de proclamación del Rey Felipe VI, aquí
  • Página web oficial de la Casa Real española, aquí
  • Vocabulario heráldico, aquí

Diplomas del Proyecto Librómetro curso 2013/14

La semana pasada os presenté la clasificación final del concurso de animación lectora Proyecto Librómetro, que he llevado a cabo, un curso más, con mis alumnos de 2º de ESO de la clase de Religión Católica. Uno de los premios es recibir esta semana entrante, junto con las notas finales de junio, el diploma correspondiente al número de libros y páginas leídos a lo largo de este curso escolar. 

Os dejo aquí la imagen de los tres primeros diplomas recién salidos de mi impresora: los de los ganadores del concurso.

A falta de pan, buenas son tortas.

No debía de ser fácil ser legionario romano, pero aún más complicado -aunque glorioso- si estabas bajo la férrea mano de Quinto Cecilio Metelo, el cónsul que metió en vereda a las tropas romanas en la guerra contra el númida Yugurta

Los legionarios romanos debían consumir unas 3000 calorías al día, siendo el trigo la base de su dieta -o la cebada, en momentos de penuria o de castigo  por cobardía o indisciplina. Los legionarios recibían un kilo de trigo en grano, aproximadamente, y cada contubernio debía hacerse su propio pan, tarea que duraba aproximadamente, entre unas cosas y otras, unas cinco horas. Por eso era tentador comprar a los lugareños pan fresco, cosa que era muy criticada por personajes como Metelo, pues eso era signo de haraganería entre los que tenían como misión defender el honor romano. 


Pero a veces las circunstancias hacían imposible que los soldados pudieran hacer pan; para estos casos, los legionarios se alimentaban de galletas o tortas duras, llamadas buccellatum, muy secas en su cocción y seguramente poco agradables de sabor, pero muy energéticas, aguantando muchos días como alimento preparado. Estas galletas llegaron a ser la comida típica de los legionarios allá por el s. IV.
  • La receta de las galletas o buccellatum, aquí

En clase, yo y Anatomía de la Historia: el Imperio Romano.

La revista Anatomía de la Historia nos trae un breve artículo centrado en reflexiones de algunos colaboradores sobre el Imperio Romano, etapa de la Historia europea considerado como el más importante por la mayoría de los que hacen posible, en mayor o menor medida, esta publicación. 

Gracias desde aquí a José Luis Ibáñez, su editor, por la oportunidad que me ha dado de poder participar en este breve artículo. 

Podéis leer el artículo pinchando aquí

Termina por este curso el Librómetro de aula.

Va terminando ya el curso 2013/14 y con él, también el concurso de animación a la lectura Librómetro de aula. Este proyecto comenzaba a arrancar en mis clases de Religión Católica de 2º de ESO en el año 2012, y desde entonces he ido informando de las lecturas y ganadores de esta actividad.

La evaluación de este año es también positiva, con una participación de casi el 85% de la clase; como ya venía anunciando al terminar la segunda evaluación, las sagas de Los Juegos del Hambre y Percy Jackson han sido mayoritariamente elegidas y, además, ya casi al filo de esta tercera evaluación, varios alumnos compitieron por el premio especial: la participación en la salida extraescolar de 1º de ESO a la Feria del Libro de Madrid.




Os dejo aquí el ránking final de lectores, premios y páginas de leídas.


Repaso del mapa político de España.

No es la  primera vez que uso el programa Educaplay en mis clases de Geografía (y también en las de arte griego). Ahora, con el final de curso, aprovecho las últimas horas para repasar el mapa político de España, a través de algunas actividades creadas por mí. Podéis comprobar vuestros conocimientos pinchando aquí.