Los dulces del Papa Pío IX: los piononos.


Hice esta foto en una pastelería de la ciudad de León, en uno de mis viajes: el nombre me llamó la atención, pues hace referencia al Papa IX (Pío Nono), noble italiano nacido como Giovanni Mastai-Ferreti (1792- 1878) y elegido Papa en 1846. Aunque su papado despertó simpatías al principio, pues era conocido por su talante liberal en un momento histórico convulso -las revoluciones europeas nacionalistas de finales del s.XIX-, dos aportaciones para la Historia de la Iglesia fueron la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción de María (1854) y la convocatoria del Concilio Vaticano I (1869- 1870). Pronto, sin embargo, abandonó su talante liberal para apoyar al bando más conservador de la política italiana, llegando a prohibir a los católicos su participación activa en cuestiones políticas de sus países. 

Este dulce es típico de Granada; la historia culinaria dice que, cuando el Papa Pío IX proclamó el dogma mariano en 1854, un pastelero de la ciudad de Santa Fe, Ceferino Isla, quiso celebrarlo creando un postre que, de alguna manera, recordara simbólicamente la figura papal: circular, blanco (el color usado por el Papado para sus vestimentas) y coronado por una crema azucarada (rememorando el solideo papal). El postre está hecho con una capa fina de bizcocho, emborrachado con una crema dulce que le da una consistencia fresca y relleno de crema tostada.

Aunque el aspecto del dulce es el señalado arriba, hay múltiples variaciones del mismo, como el que yo he visto con frecuencia en la ciudad de León, o las variantes americanas -dulces o saladas- que recuerdan a nuestros brazos de gitano, rellenos de carne picada, atún, pollo, huevo duro o helado.