En clase, yo y Anatomía de la Historia (4)

La revista digital publica hoy un nuevo artículo mío, dentro de la serie dedicada a gazapos de alumnos de Secundaria sobre temas históricos; esta vez, la Edad Media. Podéis leerlo pinchando aquí.

¿Te perdiste los otros? ¿El de Prehistoria? ¿O el de los griegos y romanos?

Gracias nuevamente al editor José Luis Ibáñez.

Un poco de movimiento renacentista...

A través del blog Arte Torreherberos, nos llega de la mano de Paco este curioso vídeo movidito sobre el arte renacentista...

Va de peinados (a la romana)

Los distintos retratos romanos son una fuente de conocimiento sobre una de las modas más variadas del mundo romano: el peinado, tanto en hombres como en mujeres, siendo además un buen medio de datación, sobre todo a partir del Imperio. Durante la República el recogido femenino era muy sencillo, con un moño y raya en el medio, en una imagen apropiada con el rol de matrona dedicada a las labores domésticas que se había extendido en la época, muy influido todo por el mundo griego.

Livia
A partir del s. I se observa una evolución de la moda femenina, en paralelo con el momento de esplendor cultural que se vivia en Roma. Los recogidos fueron cada vez más complejos, haciéndose populares las pelucas, extensiones y los tintes naturales -parece ser que ya entonces había un deseo extendido por simular ser rubia o pelirroja, sobre todo a partir del s. II-, así como tónicos o aceites, que eran administrados por las ornatrix, peluqueras profesionales.

Fueron las emperatrices las que marcaron tendencia, comenzando por Livia, mujer de Augusto, retratada con frecuencia con un flequillo falso en forma de rulo sobre la frente y una división del pelo en tres partes, con ondas laterales en el centro y moño tirante peinado desde arriba, recogiendo todo a la altura de la nuca. También Octavia, su cuñada, fue representada con frecuencia con un peinado muy parecido. 

A mediados del s. I, Mesalina, mujer de Claudio, pone de moda un recogido en forma de trenzas en la parte superior, cayendo de manera ordenada en forma de rizos cortos sobre la frente.


Julia Flavia
La moda de los rizos formando peinados cada vez más enrevesados fue aumentando a partir de la segunda mitad del s. I, como en vida de Julia Flavia, hija del emperador Tito, amiga de peinarse con un tupé de rizos profundos que acababan en trenzas en la parte de atrás, recogidas con un moño. 

Este peinado de generosos rizos en la parte frontal y apretado moño sobre la nuca fue aumentando en altura, complejidad y cantidad, hasta ponerse de moda con el nombre de orbis -esfera-, llegando a usar postizos que se sujetaban con una diadema para aumentar el volumen. Ya a finales del s. I, a partir del reinado de Domiciano, este peinado se hizo muy popular entre las damas patricias.

En el s, II se prefirió el uso de largas trenzas, aumentadas en longitud gracias a postizos o extensiones, que se peinaban rodeando en varias vueltas la cabeza. El pelo, además, se adornaba con joyas o redecillas de oro.


Posteriormente, a partir del s. III, ya inmersos en el choque cultural y militar con los pueblos germanos, la clase social no se marcó tanto en los peinados -quizá por influencia cristiana, posiblemente porque las primitivas comunidades daban menos importancia a los aspectos externos como signos de avaricia-, como con las joyas y broches que llegaban de manos de los pueblos centroeuropeos.

Mis alumnos de 2º de ESO empatizan con la Edad Media...

Hoy comparto con vosotros el resultado final de un ejercicio de empatía realizado con mis alumnos de 2º de ESO el trimestre pasado, dentro de la Unidad Didáctica "Cultura y religión en la Edad Media".

A fin de ayudar de algún modo a mis alumnos a entender los cambios que supuso para el hombre europeo el paso de la Edad Media, con especial hincapié en el desarrollo urbano, realicé este ejercicio de empatía, empleando para ello la plataforma digital Eleven. Les presenté a modo de foro un pequeño texto donde presentaba a un personaje urbano, miembro de un gremio y dentro de un contexto cercano a 1348. Los alumnos debían continuar la historia, incluyendo de algún modo en la redacción conceptos vistos en clase, como las redes comerciales europeas o la vida en las ciudades medievales. Dado que los alumnos no podían ver en tiempo real lo que unos y otros iban escribiendo, la historia pronto comenzó a tomar distintos caminos, aunque yo les iba indicando cómo se iban desarrollando cada uno de los personajes a medida que la historia iba diversificándose, para que los que todavía no hubieran realizado el ejercicio, pudieran elegir. 

Dado que el ejercicio fue bien acogido (casi el 90% de los alumnos lo realizaron en el tiempo indicado), aproveché para hacer un segundo ejercicio de empatía con motivo de la visita a la exposición en Madrid sobre Pompeya, como podéis ver aquí o publicado en la revista digital ArteCreha, aquí.

Este es el ejercicio realizado por los alumnos de 2ºA:



Y este, el mismo ejercicio, realizado por los alumnos de 2ºB:


Akenatón y familia: un respiro de aire fresco.

Meritatón.
Maketatón.
Ankhesenpaatón
Neferneferuatón-ta-sherit.
Neferneferure.
Setepenre.

Estas fueron las seis hijas que Akenatón (Amenofis IV) tuvo con su esposa principal, Nefertiti, a la que sabemos que debió de amar de manera especial y llamativa para la época, pues, no en vano, se hizo retratar con ella junta a su prole o en actitudes cariñosas. De las seis niñas sólo dos; la mayor, Meritatón, siendo mayor adoptó el título de Esposa del Dios y fue conocida como Señora de Palacio y hasta es posible que reinara como faraón femenino en solitario a la muerte de su padre.

El reinado de su padre estuvo marcado, desde el punto de vista artístico, por un revolucionario estilo que expresaba el cambio religioso contra los dioses -y sacerdotes- tradicionales, a partir del año 4 de su reinado -allá por mediados del s. XIV a.C-: se cerraban los templos de antaño, construyendo nuevos espacios a cielo abierto, más apropiados con el nuevo culto a Atón, el disco del sol, se potenciaba la iconografía de este frente a las representaciones zoomorfas o antropomorfas de los dioses antiguos y comenzaba una nueva manera de representar al faraón... y a su familia, que aparecía junto a él en actitudes cotidianas -lo cual resultaba profundamente asombroso. 


Cuellos largos, cráneos alargados, bocas de labios turgentes, formas más lánguidas y naturales,... Las figuras cobraban un aspecto humano que sólo adoptarían durante el reinado del faraón hereje. Un vientre abultado, caderas anchas y aspecto andrógino que sería copiado por artistas que ya venían trabajando en los talleres del padre de Akenatón, Amenofis III. Las ropas se pliegan y la familia real se representa en los tiempos de descanso, más cerca -aparentemente- de su pueblo. 

A la muerte de Akenatón estas nuevas formas se abandonaron, acompañadas del olvido histórico al que fue sometido Amenosfis IV y su mujer, siendo borrados sus nombres e imágenes de los templos y abandonada su capital, hoy Tell El Amarna, que no volvió nunca a ser habitada. 

  • Una interesante entrada sobre este tema en el blog Algargos, aquí.
  • El conocido relieve de Akenatón con su mujer y algunas de sus hijas, en ArteCreha, aquí.

Librómetro de aula: mes de diciembre de 2012

Antes de comenzar mañana la segunda evaluación, quería compartir con vosotros el gráfico de lecturas del proyecto de animación a la lectura Librómetro de aula, que estoy llevando a cabo con mis alumnos de 2º de ESO en la clase de Religión. El documento que publico corresponde al ránking de lecturas del primer trimestre, con los libros que se han leído hasta el mes de diciembre.


Librómetro diciembre 2012

Los Reyes Magos llegan a Anatomía de la Historia


Ayer publicaba una breve entrada sobre la historia de los Reyes Magos. Hoy, la revista Anatomía de la Historia nos trae una versión más extensa, también hecha por mí. Podéis leerla pinchando aquí.

La historia de los Reyes Magos.

Jesús nació en Belén, un pueblo de la región de Judea, en tiempo en que Herodes era rey. Llegaron por entonces a Jerusalén unos magos de Oriente y preguntaron...
(Mt 2, 1)

Así comienzan los pocos versículos que tenemos en los Evangelios sobre los Reyes Magos. Y no hay mucho más: Herodes les pide que le informen de dónde se encuentra Jesús, los magos entregan unso ricos presentes al Niño y se marchan sin volver a ver a Herodes, que, enfadado con ellos, planea la muerte de los infantes menores de dos años de la zona cercana a Belén. Nada, por tanto, de sus nombres, sus ropajes, su número ni sus monturas.Ha sido la tradición de la Iglesia cristiana, a través de figuras como los Santos Padres -destacando a Tertuliano-, así como los evangelios apócrifos, los que han ido gestando la iconografía y costumbres de esta fiesta del Cristianismo.

Sin perder el horizonte de que los Evangelios no son libros históricos, sino textos donde la Historia se lee a la luz de los ojos de la fe, es a lo largo de los siglos cuando los magos de Oriente comienzan a adquirir el cuerpo y peso tradicional que tienen ahora. 

Así, Orígenes de Alejandría indica que son tres -el hecho de que las Escrituras hablen de tres regalos apoya su teoría, aunque el Cristianismo oriental ampliará el número de reyes hasta incluso sesenta-, Tertuliano se basa en el salmo 72 para hablar de los magos evangélicos como reyes, S. Agustín recuerda otro texto de Isaías para traernos los camellos -él hablaba de dromedarios, más resistentes para la largas jornadas en el desierto- y varios evangelios apócrifos dirán, a partir del s. IX, sus nombres, vestiduras y recipientes de sus regalos. Regalos, por otra parte, de alto valor económico (no sólo el oro, evidentemente, sino también la carísima mirra) y teológico (con toda su simbología haciendo referencia a la doble dimensión humana y divina de Jesús de Nazaret). Incluso la propia presencia de los Reyes irá cambiando y siendo releída, también para tener un carácter simbólico -el paso del tiempo, la presencia de todas las razas ante la llegada de Dios,...- o incluso un color de piel diferente.

  • La versión más amplia de esta entrada, en Anatomía de la Historia, aquí.

Comenzando el 2013 con un mapa de buenos deseos...

Para comenzar este 2013 con buen pie, Google nos propone (de nuevo) participar en el mapa de buenos deseos para año nuevo. De manera gráfica, en un plazo de 24 a 48 horas, los propósitos de los participantes aparecen publicados; se requiere para participar no sólo escribir ese deseo, sino también el código postal, país y etiquetarlo en alguno de los grupos que se proponen. 


¿Os animáis?