Animación lectora en el aula (2)

Continúa en marcha el proyecto de animación a la lectura que estoy realizando con mis alumnos de 1º a 4º de ESO, sobre el que ya escribí hace unas semanas (podéis leerlo aquí). Aunque no soy profesora de Lengua, sino de Sociales y Religión, estoy convencida de dos cosas: la necesidad de fomentar la lectura desde los colegios -y de sacar a la luz en las clases a aquellos alumnos que leen, puesto que en algunas ocasiones me he encontrado con que estos alumnos son objeto de burlas por parte de otros compañeros- y de que nosotros, los docentes, debemos divertirnos mientras trabajamos; de esta forma, actividades como estas que estoy proponiendo este curso, todas voluntarias, permiten hacer cosas diferentes, fuera de los encasillados currículos escolares y más permisivos con un acercamiento personal a los alumnos.

Antes de comenzar realicé una encuesta entre mis 127 alumnos de ESO; el 75% de ellos afirmó leer mucho o bastante a lo largo de la semana. Y esta es la visión de los temas favoritos elegidos para sus lecturas:



La primera actividad es el mantenimiento del blog Detrás de letras, en el que mis alumnos lectores, de forma voluntaria, están realizando audios para presentar algún libro que les haya gustado; hasta ahora son los alumnos de 3º de ESO los que más están participando, así como una de mis compañeras de la asignatura de Lengua. El audio puede ser de la duración que se quiera, y las dos únicas condiciones para subirlo son que debe debe ser nombrado el título del libro y no se puede adelantar los aspectos más importantes del final del libro -los conocidos spoilers-.



La segunda actividad, comenzada en el mes de octubre, está siendo la realización de una ficha de lectura, también de manera voluntaria, en la que se realiza un dibujo sobre el libro leído -o se pone una imagen de la portada- y se escribe el resumen de la lectura o un aspecto del libro que haya gustado mucho. Estas fichas luego están expuestas en los ventanales de mi tutoría de este curso.

Mi tutoría de este curso (3º ESO)

Actividad: "¿Qué libro estás leyendo?"

La tercera actividad, puesta en marcha en este mes de noviembre, es un sorteo especial: el del título de un libro recomendado a principio de curso por otro alumno de alguna de mis clases de ESO. Para picar la curiosidad de los más lectores.

Actividad: "Sorteamos un título"
A partir de Navidad pondré en marcha, posiblemente con ayuda de compañeras del departamento de Lengua, una actividad de lectura gamificada, siguiendo el modelo de la realizada en junio de este año con el libro Divergente, de la escritora Verónica Roth. La lectura será una de las seleccionadas por los alumnos a principio de curso, a partir de la encuesta inicial. 

¿Cuál es la organización política del mundo grecorromano?

No es la primera vez que utilizo la plataforma Prezi para trabajar contenidos básicos de mis asignaturas. En esta ocasión os dejo los contenidos de la unidad didáctica sobre organización política en el mundo grecorromano, que puede ser usado para las asignaturas de CC. Sociales o Cultura Clásica.



Nuevo vocabulario para Latín con Examtime (GoConqr)

Hace ya unas semanas presenté una de las primeras actividades de vocabulario inicial para mis alumnos de Latín de 4º de ESO, con la plataforma Examtime (GoConqr). Os dejo aquí una segunda entrega, sobre objetos de la clase y que estoy utilizando para realizar oraciones simples con las que comunicarnos en clase, hacer pequeños dictados y analizar.


Conjunto de Fichas creado con GoConqr por Negrevernis

Dejarse besar por Gustav Klimt.

El protagonista de mi nuevo marcapáginas es el austriaco Gustav Klimt (1862- 1918), pintor que puso por escrito una vez que la única manera de saber algo sobre sí mismo era contemplando atentamente sus pinturas, ya que no era un hombre con facilidad para hablar. Hijo de un grabador, la falta de dinero de la familia -el matrimonio y siete hijos- hacía que con frecuencia no pudiera pagar el alquiler de la casa, por lo que se mudaban con frecuencia.

Ingresó en la en la Escuela de Artes y Oficios por consejo de sus profesores, a los que llamó la atención con sus dotes para el dibujo, lo mismo que uno de sus hermanos. Pronto recibieron encargos en el estudio que formaron junto con otro compañero, de manera que pudieron ayudar a la maltrecha economía familia. La Compañía de Artistas -como se hacían llamar- se disolvió en 1892, tras morir el hermano de Gustav y su padre.

El estilo rompedor de Klimt le hizo separarse de la Sociedad de Artistas Figurativos de Viena, liderando un grupo de artistas conocido como la Secession y que estuvo a la vanguardia del arte de principios del s. XX. También con los años se alejaría del conjunto del grupo, siendo acompañado por un grupo de artistas. 

Viajó muy poco, debido a que no siempre tuvo mucho dinero -sus gastos y amantes fueron numerosos- y no dominaba otros idiomas; aún así, sabemos que visitó París en 1909, donde conoció el trabajo de Van Gogh, Toulouse-Lautrec o Munch. Al contacto con ellos, su estilo giró desde una etapa dorada -a la que pertenece la obra El beso- hacia otra más colorista y decorativa.

Reconocido y galardonado, en 1911 realiza un largo viaje por varios países europeos -incluida España, donde admiró la obra de Velázquez, al que idolatraba. En 1915 comienza una etapa más oscura, relacionada con la muerte de su madre, golpe del que no se llegaría a recuperar. 

Murió por neumonía, tras ser trasladado al Hospital General de Viena tras un ataque de apoplejía.

Artísticamente, Klimt fue siempre un provocador: asombrado por la doble moral que conoció en Viena siendo adolescente, la reflejó en sus cuadros de explícitos y llamativos desnudos femeninos. La obra El beso forma parte de esta etapa vienesa, también conocida como época dorada, y es considerado el último cuadro que realiza de este momento: una obra de casi dos metros en la que la pareja está ligeramente desplazada en la vertical (algunos dicen que, en realidad, el cuadro fue ampliado por el pintor, y las figuras estaban en uno de los laterales, pero al añadir la parte de grises, se quedaron en el centro de la composición). 

Llama la atención la confusión que se genera en el espectador, pues las túnicas doradas del hombre y de la mujer se funden: quizá Klimt esté representando el maro pasional, físico, entre las dos figuras, o una alegoría más idealizada del amor de la pareja. La pareja, en un fondo gris y sobre un campo de flores, se abraza arrodillada o de pie -no queda claro- al borde un precipicio: la joven, en un fuerte escorzo, aparece violentamente sujeta por el hombre, pero mirando al espectador y enseñando algunas partes de su cuerpo a través de su ceñido vestido.


La temática de este cuadro -quizá la mujer está intentando, en vano, escaparse de la agresión a la que parece estar sometiéndola el hombre- se repite en otros cuadros de Klimt, y algunos investigadores quieren ver una representación de la complicada relación que mantuvo con su amante Emile.


El dorado de la obra se relaciona con el viaje que Klimt realizó a Rávena, en el norte de Italia, donde pudo conocer de primer mano los mosaicos bizantinos de fondo dorado de la iglesia de san Vital. El brillo del oro se ve reforzado, además, con la monotonía del fondo y la falta de perspectiva; es de destacar, además, que el pintor logra una espléndida gama de dorados, todos diferentes, y que se funden unos en otros, llegando a aplicar pan de oro, lacas y capas de pintura hasta generar pequeños bajorrelieves con yeso.

Exigente con su obra, Klimt no la consideró terminada, a pesar de haberla expuesto en Viena en 1908: le cambió el nombre, la composición, el estilo de las flores, acercó el pie de la mujer al acantilado y algunos detalles de la túnica del hombre. A pesar de las transformaciones, el cuadro se convirtió pronto en el símbolo del grupo de la Secession, incluso cuando el grupo se había disuelto.