Si viviéramos en la Antigua Roma, hoy terminarían para nosotros las Fiestas Saturnales, realizadas en honor al dios Saturno. Se trataba de una fiesta muy popular y querida por las clases sociales medias y bajas de Roma, que se desarrollaba desde el 17 al 23 de diciembre.
La costumbre dictaba la existencia de un rey de las fiestas -rex saturnaliorum-, elegido entre los condenados a muerte -ya que al final de las fiestas era sacrificado. Se organizaban banquetes, juegos de azar prohibidos el resto del año -como jugar a los dados- y bailes desenfrenados y sensuales. Lo que más gustaba al pueblo: se invertían los roles sociales y los esclavos podían burlarse de sus amos sin temor, que les debían antender a la mesa. Las escuelas cerraban sus puertas y se gastaba muchísimo dinero en fastuosas comidas.
Pero, además, tal vez nosotros, herederos del mundo romano, sin saberlo repetimos costumbres clásicas estos días: en las Saturnales era habitual también regalarse velas y muñecos de barro cocido entre familiares, amigos o a gente a la que se le debía un favor.
¿El origen de esta fiesta? Posiblemente se celebraba la finalización de los trabajos de la siembra; supongo yo que los campesinos tomarían estos días como un bien merecido descanso tras las labores del campo, pidiendo a los dioses que la Naturaleza siguiera su curso y hubiera una buena cosecha...
La costumbre dictaba la existencia de un rey de las fiestas -rex saturnaliorum-, elegido entre los condenados a muerte -ya que al final de las fiestas era sacrificado. Se organizaban banquetes, juegos de azar prohibidos el resto del año -como jugar a los dados- y bailes desenfrenados y sensuales. Lo que más gustaba al pueblo: se invertían los roles sociales y los esclavos podían burlarse de sus amos sin temor, que les debían antender a la mesa. Las escuelas cerraban sus puertas y se gastaba muchísimo dinero en fastuosas comidas.
Pero, además, tal vez nosotros, herederos del mundo romano, sin saberlo repetimos costumbres clásicas estos días: en las Saturnales era habitual también regalarse velas y muñecos de barro cocido entre familiares, amigos o a gente a la que se le debía un favor.
¿El origen de esta fiesta? Posiblemente se celebraba la finalización de los trabajos de la siembra; supongo yo que los campesinos tomarían estos días como un bien merecido descanso tras las labores del campo, pidiendo a los dioses que la Naturaleza siguiera su curso y hubiera una buena cosecha...
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