Hace unos días estuvimos visitando con los alumnos de 1º de ESO el Museo Thyssen; no todo, claro: sólo la planta baja, realizando de camino (literalmente) una pequeña gymkana y, ya dentro de la sala, preparando algunas fichas de obras seleccionadas.
De entre todas, me fijé -a pesar de discutir con dos mujeres de la empresa de seguridad, dado el trato que mis alumnos estaban recibiendo- que esta fue la obra que más les llamó la atención. Durante todo el tiempo de la visita hubo siempre un pequeño grupo alrededor de esta obra de Roy Lichtenstein, Mujer en el baño (1963)
Roy Lichtenstein (Nueva York, 1923- 1997) cuenta con una serie muy conocida en la década de 1960, de la que procede esta obra, inspirada en el mundo y las técnicas del cómic (la técnica benday de tramas de puntos de colroes primarios se usaba en la impresión de tebeos): grandes formatos de fondo blanco sobre tramas de puntos, gruesas líneas y una gama muy escueta de colores, que hacía de estas obras meros- y llamativos- objetos decorativos.
Nos recuerda a Warhol en su atención a los objetos cotidianos y al contexto de bonanza económica de aquellos años...: el Pop Art, el arte popular que se desarrolló en el Reino Unido en los años 50 y se dejó caer en Estados Unidos a partir de los 60. Los objetos de consumo, la tecnología, los carteles, la publicidad y ¡hasta los perritos calientes y las latas de conservas! fueron objeto de estudio, análisis y crítica de los seguidores de esta corriente. Son obras de gran tamaño, falsamente impersonales, producidas en serie, de formas fáciles, divertidas y sencillas de entender por el público.
2 aportaciones:
Las pinturas de Lichtenstain son sumamente originales y diferentes; es el mundo consumista de la América de los cincuenta y sesenta. Abrazos, Negrivernis y que tengas un gran fin de semana de pasión.
Gracias, Paco, igualmente.
El arte contemporáneo no es de lo que más me llama la atención, pero este cuadro sirvió para absorber a los alumnos.
Un abrazo.
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