El rey Pandión de Atenas pidió ayuda a Tereo, rey de Traciae hijo de Ares , y gracias a ello logró vencer a Lábdaco, rey de Tebas. En agradecimiento, Pandión le condeció a su hija mayor Procne en matrimonio, y con ella tuvo un hijo, Itis.
Pero pronto la vida de la corte se le hizo pesada y aburrida a la joven reina, de forma que le pidió a su esposo que marchara a Atenas para recoger a su hermana Filomela, y así poder tener compañía en Tracia. Así lo hizo Tereo, pero en el camino sintió una violenta pasión por su cuñada y la violó; a fin de evitar que le contara nada a Procne le cortó la lengua y después escondió a la joven.
Cuando volvió a palacio le dijo a Procne que Filomela había muerto. Algunos dicen que, en realidad, Tereo se había cansado de su matrimonio con Procne y había seducido a Filomela, casándose con ella tras hacerle cree que su hermana había muerto.
Sea como sea, el mal ya estaba hecho: Filomela logró hacer un tapiz donde contaba toda la verdad, y consiguió que llegara a manos de su hermana Procne. La reina logró que Filomela se escondiera en palacio y tramaron su venganza. Procne invitó a cenar a su marido, prometiéndole unos manjares maravillosos que nunca había probado..., pero lo cierto es que la reina había matado a su propio hijo, sirviéndolo como comida a su marido sin que este lo supiera. Mientras Tereo devoraba la comida, las dos mujeres salían del palacio, huyendo hacia el sur.
Cuando Tereo se dio cuenta de lo que había pasado salió corriendo con un hacha en la mano, dispuesto a llevar a cabo su venganza. Las alcanzó muy cerca de Delfos, y las mujeres, aterrorizadas al ver que no tenían escapatoria, pidieron ayuda a los dioses.
Es de todos sabido que los dioses del Olimpo gozan con las aventuras y desventuras de los hombres; en este caso, se apiadaron de los tres humanos y los transformaron en aves: Procne se convirtió en un ruiseñor (por eso este animal tiene un canto quejumbroso, ya que es la reina, llorando por la muerte de su hijo), Filomela en una golondrina (por eso este ave tiene un gorjeo inarticulado, como el de una persona que no tiene lengua) y Tereo en un halcón (aunque otros dicen que se suicidó al no conseguir matar a las dos hermanas).