Este curso soy tutora de un grupo de 29 alumnos de 1º de ESO; dado que es un grupo muy numeroso, heterogéneo y con relaciones entre ellos complejas y no del todo fluidas, decidí realizar de nuevo esta actividad de tutoría que ya ha tenido éxito en otros años.
Repartí a cada alumno un pequeño papel y les pedí a todos que escribieran su nombre favorito, un color, una comida, un animal, una asignatura que les gustara mucho, otra que no les llamara la atención y una afición, para compartirla después por parejas y así fomentar un poco el diálogo entre ellos. Muchos descubrieron que tenían con sus compañeros más cosas en común para empezar a conocerse de las que creían.
Las respuestas, en forma de nube de palabras (usando Wordle), me indica que este año me las veo con un grupo al que le gusta Educación Física, Tecnología y Plástica antes que Lengua, Inglés o Matemáticas. Les gusta pasar el tiempo con sus amigos, haciendo deporte (baloncesto, voley, fútbol o patinar) o jugando a videojuegos (lo que me habla ya de que hay un problema de falta de control por parte de las familias, concesiones con internet o enganche a teléfonos móviles). Querrían que su habitación, en la que estarían escuchando música, leyendo o jugando, acompañados por su perro, estuviera pintada de rojo, negro, morado o amarillo, y que hoy tuvieran para comer en casa pasta, paella o pollo...