¿Cuál es el origen de la tarta de cumpleaños?


Lo de celebrar los cumpleaños no es cosa de ahora: ya los antiguos egipcios, hace 5000 años, celebraban el día de la fiesta del faraón. Aunque solo el de él: los nacimientos de varones de la nobleza se registraban y eran los únicos que, oficialmente, se celebraban; hay constancia, sin embargo, de que la reina Cleopatra VII sí celebró su cumpleaños...

Nuestra costumbre de celebrar el cumpleaños, con tarta, velas y regalos, nos llega desde la antigua Grecia. Nuestros antepasados griegos creían que todas las personas nacían con un espíritu protector que les acompañaba el resto de su vida, y este protector se relacionaba, además, con el dios que estaba asociado al día del nacimiento. 

En la Hélade, los hombres celebraban el cumpleaños de la diosa Ártemis, soberana de la luna, la virginidad, la caza y los animales y hermana del dios Apolo, el sexto día de cada mes. En honor a ella se ofrecían en sus altares -situados siempre lejos de las ciudades, pues esta divinidad estaba asociada al espacio no tocado por el hombre- tortas de miel y harina, adornada con velas que simbolizaban el brillo de la luna. Posiblemente, además, esas velas se identificaban con el poder de pedir deseos y el deseo de buena suerte. Los cumpleaños de las mujeres y los niños no se celebraban.

Los antiguos romanos asumieron esta fiesta religiosa -así como su aspecto supersticioso, acorde con el pensamiento de la época- adoptando la costumbre de convertir el cumpleaños de figuras importantes masculinas en fiestas nacionales, aunque este derecho de celebración se acabó extendiendo a las mujeres de las mejores familias. 

  • La antigua Roma está en el origen de otro dulce: el roscón de Reyes, como puedes ver aquí

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