Jesús nació en Belén, un pueblo de la región de Judea, en tiempo en que Herodes era rey. Llegaron por entonces a Jerusalén unos magos de Oriente y preguntaron...
(Mt 2, 1)
Así comienzan los pocos versículos que tenemos en los Evangelios sobre los Reyes Magos. Y no hay mucho más: Herodes les pide que le informen de dónde se encuentra Jesús, los magos entregan unso ricos presentes al Niño y se marchan sin volver a ver a Herodes, que, enfadado con ellos, planea la muerte de los infantes menores de dos años de la zona cercana a Belén. Nada, por tanto, de sus nombres, sus ropajes, su número ni sus monturas.Ha sido la tradición de la Iglesia cristiana, a través de figuras como los Santos Padres -destacando a Tertuliano-, así como los evangelios apócrifos, los que han ido gestando la iconografía y costumbres de esta fiesta del Cristianismo.
Sin perder el horizonte de que los Evangelios no son libros históricos, sino textos donde la Historia se lee a la luz de los ojos de la fe, es a lo largo de los siglos cuando los magos de Oriente comienzan a adquirir el cuerpo y peso tradicional que tienen ahora.
Así, Orígenes de Alejandría indica que son tres -el hecho de que las Escrituras hablen de tres regalos apoya su teoría, aunque el Cristianismo oriental ampliará el número de reyes hasta incluso sesenta-, Tertuliano se basa en el salmo 72 para hablar de los magos evangélicos como reyes, S. Agustín recuerda otro texto de Isaías para traernos los camellos -él hablaba de dromedarios, más resistentes para la largas jornadas en el desierto- y varios evangelios apócrifos dirán, a partir del s. IX, sus nombres, vestiduras y recipientes de sus regalos. Regalos, por otra parte, de alto valor económico (no sólo el oro, evidentemente, sino también la carísima mirra) y teológico (con toda su simbología haciendo referencia a la doble dimensión humana y divina de Jesús de Nazaret). Incluso la propia presencia de los Reyes irá cambiando y siendo releída, también para tener un carácter simbólico -el paso del tiempo, la presencia de todas las razas ante la llegada de Dios,...- o incluso un color de piel diferente.
- La versión más amplia de esta entrada, en Anatomía de la Historia, aquí.
4 aportaciones:
Bonita y didactica entrada sobre los Magos de Oriente (¿o del Occidente andaluz?), rematado con ese bonito villancio flamenco. Que también te acompañe la ilusión de esta noche, Negrevernis. Saludos.
Un acontecimiento de suma importancia para los creyentes y que obliga a reflexionar durante estas fechas, cuando tanta gente pasa penalidades por causa del paro, de la crisis, de los desahucios y a veces no hay un mal portal de Belén donde poder guarecerse de las inclemencias del tiempo.
Que sus Majestades de Oriente vengan cargados de buenas noticias para todos.
Un saludo.
Igualmente, Paco. Vengan de donde vengan, la reflexión teológica sobre los Reyes está ahí.
Un abrazo.
Eso espero, Cayetano. Que nos sirva para reflexionar con una nueva luz sobre lo que estamos viviendo.
Un abrazo.
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