Ópera de Sidney.


Parece un barco espectacular con las velas desplegadas.

Pero es el Opera House de Sidney (Australia). Se comenzó a construir en 1959 por el arquitecto danés Jörn Utzon -ganador gracias a este proyecto del premio Pritzker, algo así como el Nobel dentro de esta disciplina-; abandonó el proyecto en 1966, al comprobar que no reunía la calidad acústica acorde con la espectacularidad exterior del edificio: tres cuerpos recubiertos de gres cerámico blanco simulando una nave y construídos sobre terreno ganado al mar. Fue criticado muy pronto por considerarse demasiado abstracto, aunque hoy es uno de los símbolos artísticos del siglo pasado.

En su interior alberga un restaurante, una sala de espectáculos, una sala de ópera para 1500 personas, un teatro y una sala de conciertos para 2700 espectadores, entre otras cosas.

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