Hoy comemos en Egipto


Te equivocas si piensas que los antiguos egipcios sólo pensaban en la muerte; aunque te entiendo: te fascina la Esfinge y no comprendes cómo pudieron hacer las pirámides -de hecho, siempre me topo con algún alumno que me habla de la intervención de los extraterrestres...

Supongamos que te encuentras en Abusir -por ejemplo. No te despistes: el mercado está lleno de vendedores y artesanos: carniceros, panaderos, pasteleros, catadores de vino y cerveceros. Te paseas siendo Sinuhé y estás impresionado: todo lo que te rodea habla de abundancia: agua, miel, aceite, frutas (peras, ciruelas, melocotones), rebaños y dulces. Sobre todo, dulces, porque eso a los egipcios les encanta. Pero has acudido al mercado, tienes invitados a la tarde y quieres preparar algo especial que no puedan olvidar.

La abundancia de comida es tal que no sabes qué escoger: higos, buen vino del Delta, pepinos, carnes, aves de caza, sandías, un melón muy dulce o algo de pescado... Cuentas con las recetas de la abuela de tu abuela, porque siguiendo la tradición, no sólo te gustan las buenas comidas que provienen del extranjero (especias, pescados), sino que aprendiste lo que en la cocina de tu familia pasaba de generación en generación. Y ya eso lo atestigua la tumba de tus antepasados, donde están satisfechos con sus manjares en el más allá: grandes cantidades de vino,cerveza y dulces, así como dieciséis tipos de pan y diez clases diferentes de carnes...

Finalmente te decides por lo que sabes que será un éxito seguro, y al llegar a tu casa, das las órdenes oportunas a tus sirvientes: preparar la sala de la cena con esteras infantiles para sentarse y las banquetas de los invitados, así como platos y cucharas en la mesa alrededor de la cual se sentarán tus invitados (los hombres y las mujeres separados, por supuesto, unos a un lado de la mesa y otros al otro); en las cocinas se trocea la carne de buey que has comprado al final y se asa una oca al mismo tiempo, mientras que algunos rellenan las jarras de vinos variados.

Para demostrar tu poder ecónomico indicas, además, que se sirvan algunas aves de caza, propias de una buena mesa. Indicas que nadie se olvide de la sopa de verduras y las cebollas asadas, pato con frutas y el pescado a la parrilla. Al ser una ocasión especial, además, has pedido con antelación que se prepare una gran bandeja de pasteles de higos y dátiles que luego se repartirán entre los pobres. Por supuesto, un buen acompañamiento musical servirá de entretenimiento a tus amigos.

Lee un interesante artículo sobre las comidas egipcias pinchando aquí.
Aquí sabrás qué era eso de la cerveza egipcia.
Y si te gusta el mundo egipcio, pásate por
aquí.


4 aportaciones:

Alfredo dijo...

¡Qué hambre me ha entrado!
Me voy ahora mismo a cenar.
Buenas noches

Negrevernis dijo...

Alfredo, ¡cuidado! ¡No te empaches!
Jeje.
Buenas noches.

Jose Antonio Cabrera Ramirez dijo...

Muchas culturas antiguas ya sabían vivir tela de bien y entre ella los egipcios y aún hoy día los que pueden lo siguen haciendo.
Un abrazo

Negrevernis dijo...

Efectivamente, José Antonio, el mundo egipcio antiguo era de fiesta, alegría, saber disfrutar... o al menos, eso es lo que nos han dejado en sus pinturas. Lo que pasa es que solemos quedarnos con las pirámides y las momias...
Me alegro de que te guste esta parte de la Historia.
Un saludo.