Para los antiguos egipcios el ser humano estaba formado por su cuerpo físico y cinco manifestaciones espirituales, que se separaban del cádaver en el momento de la muerte, pudiendo regenerase eternamente si el cuerpo se mantenía intacto -de ahí la importancia de la conservación de la momia:
- akh: parte del ser humano y los dioses que accede a la morada divina -Duat o inframundo-; es capaz de colaborar con los dioses en el movimiento de las estrellas, y actuaba como intermediario entre ellos y los hombres. Se representa con un ibis con cresta.
- ba: principio motor del ser humano, con capacidad de movimientos durante el día, llegando a poder adoptar cualquier aspecto mágicamente. Regresaba junto al cadáver durante la noche. Se representa como un ave con cabeza humana.
- ka: energía vital del ser humano y de los dioses, no comparte el carácter divino de los anteriores. Es la copia perfecta del cuerpo humano y necesita el cadáver o, en su defecto, una estela o una estatua funeraria para poder sobrevivir. Vivía en la tumba, alimentándose de las ofrendas que se hicieran en la capilla adyacente, y se comunicaba con los vivos a través de una falsa puerta que se encontraba en ella -aunque el ba también podía hacer esto. Se representa con dos brazos levantados.
- ren: nombre; se considera la parte perdurable e individual de cada ser humano, hasta el punto de que mantenerlo intacto en una tumba o edificio y ser pronunciado equivalía a mantener al hombre en la vida eterna -por eso, eliminar el nombre de un faraón en sus monumentos, la damnatio memoriae, era un terrible castigo para los egipcios. Es el nombre original dado en el nacimiento, que se podía completar a lo largo de la vida con títulos honoríficos.
- shut: sombra del difunto, que también podía moverse, y se identifica con el cadáver. Se representa con una silueta humana de color negro.
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