Jueves Negro: el Crack del 29.

Esta es Florence Owens Thompson, la mujer que fue icono del jueves negro de aquel 24 de octubre de 1929. Fue fotografiada en Nipomo (California) por Dorothea Lange. Y su rostro se convirtió en la imagen de lo que el mundo iba a vivir en unas horas: los felices 20 se convertían en los tristes 30.

La Bolsa de Wall Street se venía abajo, millones de títulos no encontraban comprador -cuentan que se contaban por miles encima de las mesas. Miles de inversores se arruinaban en horas porque no lograban desprenderse de sus recién devaluadas posesiones y habían comprado créditos, además, que no podían pagar. Entró el pánico y la gente comenzó a acercarse a los Bancos para retirar sus ahorros; la Banca se vio desbordada por deudas que ya no se podían cobrar y la enormidad de los reintegros... Seiscientos bancos estadounidenses quebraron, las inversiones se paralizaron, descendió el consumo y las empresas tuvieron que echar el cierre. La industria se vino abajo y en poco tiempo millones de personas se vieron sin empleo.

La crisis extendió sus tentáculos por el mundo, por aquellos sitios en los que se había invertido o cedido capital, que fue solicitado por el gobierno de Estados Unidos, provocando fortísimos problemas económicos, por ejemplo, en la Alemania de Weimar, pero también en Austria, Francia, América Latina y Sureste asiático... El paso, además, para el encumbramiento de Adolf Hitler estaba dado.
Pero esa es otra historia.

Un resumen del Crack del 29 aquí.

3 aportaciones:

Ove dijo...

Y no hemos escarmentado, porque la crisis actual nace de un problema semejante: la concesión de hipotecas con el riesgo de que no pudieran ser pagadas en el futuro... y efectivamente, sin que fueran pagadas en el futuro.

De ahí a aumentar el paro, descender el consumo, globalizarse la crisis... la misma historia.

Negrevernis dijo...

Ove,
espero que no aparezca un Hitler, que la dinámica y parafernalia del mal gusta a la gente...

Saludos.

Mr Blogger dijo...

Nos quejamos de ahora, pero aquello fue realmente desastroso. Es "bueno" ver que algo hemos avanzado y ante situaciones parecidas reaccionamos algo mejor. A ver si vigilamos el talón de aquiles de las economías y somos más transparentes y controlamos mejor quien y donde se mueve el dinero y eso y regulamos de alguna manera la especulación (que siempre habrá algún listo que se lleve algo maś de la cuenta, pero al menos que no deje a los demás en bragas).