Vincent Van Gogh

Van Gogh fue un pintor holandés que nació el 30 -3-1853 y murió en la ciudad francesa de Auvers-sur-Oise el 29-7-1890. Su padre era pastor protestante y su madre procedía de una familia de encuadernadores. Tuvo una especial relación de cariño y mucha comunicación por carta con su hermano Theo, aunque eran seis hermanos.

La verdad es que de Van Gogh nos ha llegado la idea de un hombre atormentado, con problemas de alcoholismo y psiquiátricos graves (seguro que sabes que en una de sus crisis de locura se llegó a cortar una oreja), pero lo cierto es que, en realidad, fue un joven de talento precoz y que muy pronto destacó por su fuerza creativa. Además de pintor, hablaba bien tres idiomas.

¿Qué le pasaba por su mente? Posiblemente un fuerte desengaño amoroso vivido en en la década de 1870 fue el desencadenante de su personalidad solitaria (viviría muchos otros desengaños de este tipo, llegando a perseguir a alguna de las mujeres de las que se enamoró), que le llevó incluso a abandonar los límites académicos del momento y empezar su vida artística apartado de los grupos pictóricos del momento. Su único refugio sentimental fueron las cartas que se escribía con Theo.

Su hermano, además, fue una figura fundamental en su arte, ya que le presentó a otros artistas del momento, como Gauguin, Pissarro y Seurat, que le enseñaron a plasmar el color salvaje en sus cuadros, movimiento y sus sentimientos más fuertes.

Sin embargo, su atormentada mente le obligó a solicitar el ingreso voluntario en un sanatorio de San Remy de Provence, sin poder salir al exterior y pintando sólo temas hospitalarios. Después de un año marchó a ver a su hermano a París, donde le conminó a seguir un tratamiento homeopático en Auvers-sur-Oise. Aquí pintó escenas del pueblo con colores muy brillantes, pero posiblemente hubiera necesitado ayuda especializada.

Aparentemente se recuperó en ese pueblo, pero la realidad es que acabó sumido en un estado de profunda depresión, al ser consciente de su dependencia económica de su hermano y al considerar que no había llegado al éxito personal en su profesión. Su final fue, por tanto, igual de triste que su vida, muriendo tras un intento de suicidio.

Curiosamente, sólo vendió uno de los 1700 cuadros que realizó, al precio de 85 dólares. Actualmente, algunas de las obras más caras del mundo pertenecen a este pintor:


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