Las aventuras de Ulises (9): con Calipso

Ulises está nueve días a la deriva hasta que llega a las costas de la isla de Ogigia -algunos dicen que en realidad no era una isla, sino las costas de Ceuta. Parece que el héroe tiene ojo para estas cosas, porque allí se encontrará con otro gran personaje -de nuevo, una mujer-: la ninfa Calipso, "la que oculta", hija de Tetis y Océano.

Su isla era realmente un paraíso: poblada de frondosos alisos, álamos y cipreses, tierra de búhos y halcones, con hermosos lirios en las praderas. Calipso vive en una cueva protegida tras una parra retorcida. Y la isla está mágicamente oculta a los ojos de los demás.

La ninfa acoge rápidamente a Ulises, le da comida y bebida para que se recupere y, claro, inevitablemente, se enamora de él y lo retiene a su lado siete años -o cinco, o uno,o diez: esto no está muy claro. Lo que sí está clarísimo que Ulises tuvo varios hijos con Calipso: Latino (aunque quizá fue hijo más bien de Circe), los mellizos Nausítoo y Nausinoo, incluso tal vez también a Ausón -chist, pero oye: que él quería volver de una vez con su mujer, Penélope.

Y ahora es cuando sale a escena Atenea, que se ha encaprichado con el héroe y no está dispuesta a perderse más aventuras de él, así que le dice a su padre, Zeus, que envíe a Hermes, el mensajero de los dioses, para que ordene a Calipso dejar marchar a Ulises. Zeus no quería líos con su hermano Poseidón, que no se había olvidado de que se la tenía jurada a Ulises, así que aprovechando un descuido del dios de los mares, mandó a Hermes con el mensaje.

Realmente, la compañía de Calipso era muy grata para Ulises, pero pronto sintió de nuevo añoranza por Ítaca. Y eso que la ninfa le había prometido el don de la inmortalidad si se quedaba con ella. Pero cuando se entrevistó con Hermes no le quedó otra que obedecer... Muy a su pesar, dio a Odiseo maderas para construir una balsa, así como víveres y bebida para el camino, tras jurar que no le estaba tendiendo una trampa.

Claro, no iba a ser todo tan fácil: según se hizo a la mar, Poseidón le pilló y envió una fortísima tormenta para acabar con él. Si no hubiera sido porque en ese momento la diosa Leucotea se posó como gaviota en los restos de su balsa, tal vez Ulises hubiera muerto -¿y cuántas van ya? La diosa le dio un velo mágico que el héroe se puso en la cintura cuando de nuevo una ola arrasó con lo poco que quedaba de su barca. Atenea, aprovechando que Poseidón se había marchado de la zona, envió un viento que calmó las olas y permitió a Ulises acabar de nuevo en la orilla de una playa de la isla de Drépane, dos días después...

¿Por qué Poseidón persigue a Ulises?