Las aventuras de Ulises (11): con Atenea en Ítaca

El rey Alcínoo cumplió su promesa y la princesa Nausícaa podía ya pasar como la mujer que había logrado ayudar a Ulises a llegar a su tierra. Una escolta, además, se aseguraba de que el héroe por fin entraba en Ítaca.

Ulises se despertó solo en la playa: sus hombres habían observado que estaba dormido y lo habían llevado allí para que pudiera descansar. Pero no estaba solo: Atenea, la diosa que se divertía con sus aventuras y que se había encaprichado de él, estaba esperando su despertar.

- Tiresias había predicho que llegarías a Ítaca, Ulises. Pero recuerda que dijo otras cosas...

- Sí, no se me ha olvidado: todo cuanto poseo está ahora en manos de otros... ¿Penélope? Telémaco?

Penélope es la mujer de Ulises, la reina de Ítaca. Absolutamente fiel a su marido, llevaba años esperándolo, a pesar de que muchos intentaban persuadirla, incluso de forma violenta, para que cediera y se casara de nuevo. ¿Qué hacía? Como buena mujer griega de la época, Penélope sabía bordar y tejer, así que tenía preparado en su palacio un telar. Y había prometido casarse de nuevo, sí, pero cuando acabara con la labor que se traía entre manos, que no era otra que tejer de día y deshacer todo lo que había hecho por la noche.

Telémaco es el hijo de Ulises. Claro, cuando se marchó a guerrear a Troya era un niño, y ahora se había convertido en un joven que defendía a ultranza el puesto y las posesiones de su padre, esperando también su llegada. Tan es así, que en el momento en que Ulises regresa a Ítaca, se encuentra en Esparta, visitando a su rey Menelao y su mujer Helena -sí, la de Troya-, pidiendo noticias de su padre. Atenea, además, sabía que los pretendientes de Penélope estaban esperando el regreso del príncipe para matarlo...

Ulises es un héroe, cuenta con el favor de Atenea y su astucia es superior a la del resto de los mortales, pero conocer la situación de su familia le enfurece, así que Atenea tiene que calmarle y le cuenta su plan para poder entrar en el palacio...