Drácula: Vlad III, el Empalador.

Drácula debe su fama entre nosotros gracias a la novela de finales del s. XIX de Bram Stoker. Sin embargo, sí existió un personaje histórico conocido por su enorme crueldad: el príncipe rumano Vlad III de Valaquia, el Empalador (Transilvania, 1431- 1476). Parece ser que ya su padre se destacó como caballero especialmente cruel y sanguinario; pertenecía a la Orden de los Dragones, de ahí el apodo de Drácula que tenía Vlad: el hijo del dragón.

Accedió muy joven al trono de Valaquia, con dieciocho años, tras el asesinato de su padre. El país, en aquel momento, estaba conquistado por los otomanos, y es de ellos de quien aprende la técnica del suplicio que le valió la fama: el empalamiento, bien clavando una estaca al condenado en el corazón o el ombligo, bien desde el recto. Fue el sistema que más empleó contra sus enemigos políticos, los nobles valaquios a los que acusaba de la muerte de su padre y de la inestabilidad de la zona. Así, en 1459 no dudó en invitarlos a la fiesta de Pascua, deteniéndolos después y empalándolos o condenándolos en la construcción de su castillo.

Conocido por su crueldad y sadismo, no dudó en quemar los campos de su país en su guerra contra los otomanos (que avanzaron contra Valaquia cuando Vlad III, ayudado por el ejército húngaro, conquistó territorio otomano en el Danubio), matar a decenas de miles en las murallas de las ciudades contrarias o envenenar sus pozos - a uno de sus principales oponentes le obligó a cavar su propia tumba y asistir a sus funerales, antes de hacerlo decapitar. Todas sus crueldades fueron transmitidas de forma oral. Murió en el campo de batalla contra los otomanos; dicen que el Sultán, cuando vio su cuerpo, lo mandó empalar como castigo póstumo...
Nada en su vida puede confirmar la leyenda draculiana de ser un bebedor de sangre o poder convertirse en vampiro. La historia difundida por la novela puede basarse en que drac significa en la zona vampiro.

  • Una breve biografía, aquí.

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