Yo acuso. El caso Dreyfus.


(Émile Zola, 13.1.1898)

En el año 1894 el Servicio de Contraespionaje Francés intercepta una información que provocará uno de los mayores escándalos de la época: una carta manuscrita dirigida al agregado militar alemán en París, donde se decían características esenciales de la artillería francesa. Tras un estudio caligráfico de altos cargos militares se dictaminó que el autor de la nota era Alfred Dreyfus, un joven alsaciano judío, al que se acusó de espionaje. Su condena fue la cadena perpetua y el exilio a la Guyana francesa. En su juicio se anuncia la existencia de claras pruebas que demuestran la culpabilidad del hombre -pruebas que nunca salen a la luz. La familia buscará desde ese momento apoyo político y mediático para repetir el juicio.

Este asunto provocó una enorme división en la Francia de la época, con intensos tonos antisemitas. El escritor Émile Zola se erigió en cabeza de los defensores de Dreyfus y, por extensión, de la defensa de los derechos de la república francesa, dudando desde el principio de la objetividad del juicio y la culpabilidad del militar.

En 1896 nuevas pruebas indican a un general francés de origen húngaro como el responsable de las misivas dirigidas al agregado militar alemán. Comparando las letras, se comprueba la similitud entre ellas, y la necesidad de revisar el juicio. Es aquí cuando grupos de extrema derecha y antisemitas actúan para evitarlo. El nuevo supuesto culpable será enjuiciado en 1898, en un breve juicio del que salió absuelto. Émile Zola, entonces, publica en el periódico L'Aurore una carta dirigida al presidente francés, denunciando la trama antisemita del caso Dreyfus y dando nombres de altas personalidades implicadas, lo que le valió serias amenazas de muerte por parte de sectores de la extrema derecha. París, entonces, arde en revueltas sociales.

Zola fue enjuiciado y condenado a pagar una multa, acusado de difamación; se exilió a Inglaterra. Mientras, en febrero, se demuestra que el primer texto que le había valido a Dreyfus la cadena perpetua era en realidad falso. Se revisó finalmente su caso, aunque no se quiso reconocer el error cometido, hasta que logró el indulto en septiembre; en 1930 su inocencia fue totalmente demostrada. Zola murió, tal vez asesinado, años después.

  • Yo acuso: texto íntegro (en francés), aquí.
  • Resumen del Caso Dreyfus, aquí y aquí.

2 aportaciones:

Cayetano dijo...

El nacionalismo excluyente y radical de la época trajo productos como este. El ambiente de tensión y revanchismo en Francia por la pérdida de Alsacia y Lorena hacía ver enemigos en cualquier extranjero y más si era judío.
Un saludo.

Negrevernis dijo...

Un episodio que aún hoy debería hacer pensar...
Un saludo.