El proceso evolutivo del hombre no sigue una estricta línea recta con una pocas ramas secundarias, sucediéndose unas a otras tras la extinción de la anterior. Más bien, estas ramas se enlazan y enredan unas con otras e, incluso, de vez en cuando aparece en el panorama científico internacional ejemplos aislados que no encajan todavía en el complejo árbol evolutivo.
Así, hace unos meses un estudio paleogenético nos acercaba a la existencia de un posible nuevo homínido: los denisovanos (hombre de Denisova, cuyos restos se han encontrado en la zona de Altai). El análisis de ADN de una falange femenina de 30 000 años de antigüedad parecía confirmar una especie desconocida hasta el momento; un molar de la misma excavación presentaba también esta secuencia de ADN mitocondrial.
Los primeros estudios parecen confirmar que los denisovanos habrían vivido en la etapa del Pleistoceno en la zona norte de Siberia y estarían emparentados con los neanderthales -quizá conectados con ellos a través de un antepasado africano, habiéndose separado de ellos hace unos 600 000 años. Una pequeñísima parte de su ADN estaría aún presente en poblaciones de Melanesia, y no en Eurasia. Compartiría espacio, por tanto, con neanderthales y homo sapiens sapiens.
Actualmente se está investigando qué relación pueden tener estos restos con otros encontrados en China y Java, aún no asociados a las especies prehistóricas conocidas.
- Más sobre este hallazgo, aquí.
2 aportaciones:
Los continuos hallazgos hacen repensar continuamente el tema de la evolución humana. Lo que era válido hace treinta años hoy queda obsoleto.
Un saludo.
Esta incertidumbre es lo que hace que me apasione el tema de la Prehistoria.... El tiempo nos dirá.
Un saludo.
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