La constelación del Delfín.

Una banda de piratas secuestró una vez al dios Dioniso, bajo la apariencia de un bellísimo joven moreno de largos bucles y manto púrpura. El timonel se dio cuenta enseguida de que aquel hombre de tan mágica belleza no podía ser mortal, pero, pese a sus avisos, sus compañeros lo arrastraron hasta el barco, pensando que es un príncipe por el que podrán pedir un buen rescate.

La presencia de Dioniso en el barco provoca extraños y mágicos sucesos: sus ligaduras se caen por sí solas cuando le intentan atar, del barco empieza a salir vino de excelente aroma, los toneles se adornan de flores y aparece un enorme oso.

Unos dicen que el dios se convirtió en un león y los piratas, asustados, saltaron por la borda. Otros, que les convenció para que cantaran con él, hechizándolos con la música y provocando que bailaran sin control hasta caer al mar. Sea como sea, los piratas se convirtieron en el salto en delfines, y Dioniso, divertido, colocó en el cielo la imagen de uno de ellos: la constelación del Delfín.

Quizá sea esta la razón por la que se dice que a los delfines les gusta la música...

4 aportaciones:

Cayetano dijo...

No hubo magia, sino los efectos naturales tras la ingesta de grandes cantidades de vino: el "arma de destrucción masiva" del señor Dionisos.
Un saludo.

Negrevernis dijo...

Pero, ¿no queda más bucólico para la Historia obviar ese dato?
Un saludo.

Cayetano dijo...

Tienes razón, más bucólico y pastoril queda.
Gracias por tu comentario sobre las fotos de los personajes. Al final decidí dejar esa entrada para mejor ocasión y la cambié por otra.
Un saludo.

Negrevernis dijo...

De nada. ¿Quizá por no políticamente correcto? Espera, espera...
Un saludo.