Fue el noble romano Cayo Clinio Mecenas quien dio nombre a la labor del mecenazgo, con su ayuda económica a jóvenes poetas de su época -entre ellos a Horacio. Los mecenas, así, destacan como amantes del arte, protegiendo a talentos de su tiempo con apoyo monetario o en especie -los mecenas daban comida, ropa, materiales y un lugar donde vivir y trabajar a sus protegidos.
A lo largo de la Historia varios han sido los que han actuado como mecenas: particulares (burgueses enriquecidos, como los Médici italianos, los Arnolfini flamencos,...), la Iglesia -hasta el s. XIII, sobre todo- o el Estado. Su interés era amplio y abarcaba numerosos estilos y campos del saber, desde la literatura, la escultura, la pintura o la música. A partir del s. XX el Estado ha ido abandonando esta labor de forma directa, colaborando con el arte de manera indirecta, a través de desgravaciones fiscales; algunas familias, además, han convertido sus colecciones y protecciones en museos y fundaciones de arte, como la Fundación Juan March o los museos Lázaro Galdeano, Cerralbo o Thyssen).
2 aportaciones:
Ignoraba completamente el origen de esa palabra. Nunca llegué a imaginar que hubiera existido en la historia un mecenas de apellido "Mecenas".
Un saludo.
Un nombre para recordar, pues.
Un saludo.
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