Continúa Ulises su viaje y llega a otra isla (algunos dicen que Sicilia), que resultó ser la tierra de los cíclopes. Esta historia es muy conocida.
Los cíclopes son criaturas monstruosas, enormes a los ojos de los griegos, de más de dos metros y con un solo ojo, sin ningún tipo de educación ni gobierno (esto para los griegos era muy importante, porque indicaba que eras de un sitio muy culto y civilizado) y que vivían en altas cuevas de forma salvaje.
Polifemo era hijo de Poseidón y cuando llegó a su cueva después de apacentar sus ovejas (o de recoger leña, no está muy claro), se encontró con Ulises y sus hombres dándose un banquete a costa de los quesos que allí guardaba. Tan furioso se puso por la intrusión que agarró a dos de ellos, los desmembró y se los comió delante de todos los demás, acompañado de litros y litros de leche; después, hizo prisioneros al resto tapando la entrada con una roca que sólo él podía mover.
Ya he dicho antes que Ulises era especialmente inteligente y astuto y que de ninguna manera iba a perder más hombres, así que enseguida ideó un plan para escapar. Buscó una estaca, aguzó su punta con fuego y la escondió.
Cuando al día siguiente regresó Polifemo, se pone a charlar con él. Ulises se cambia el nombre y le dice que se llama Nadie, y mientras habla le hace beber vino de sus naves, hasta que el cíclope se queda totalmente borracho y se queda dormido. Entonces, Ulises y sus hombres le clavan la estaca en su único ojo. Polifemo se despertó ahuyando de dolor y diciendo que Nadie le había herido; por eso los demás cíclopes que le oían chillar pensaban que se había vuelto loco y no salieron a ayudarlo.
Aprovechando la confusión, Ulises mandó a sus hombres que se escondieran bajo la lana del vientre de las ovejas de Polifemo y cuando al día siguiente el cíclope, ciego, las llevó a pastar, los héroes se pudieron escapar de la gruta.
Al llegar a su nave, Ulises le dijo su verdero nombre y Polifemo, enfadadísimo, tiró una enorme roca al mar con la intención de matar al héroe. El problema es que con esto Ulises se ganó de nuevo la enemistad de Poseidón, el padre del cíclope; ya las cosas iban mal porque el héroe había profanado el templo del dios en Troya, pero ahora iba a ir todo de mal en peor...
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