Las sirenas y Piratas del Caribe.


Veía hace poco la película Piratas del Caribe IV. Me llamaban la atención dos apuntes históricos que aparecen en ella: el que uno de los personajes sea una sirena -un personaje mitológico griego- y la referencia constante al conquistador español Ponce de León -explorador de Puerto Rico y Florida.

Las sirenas son personajes mitológicos que han llegado en nuestro legado cultural con forma de bellas mujeres de cintura para arriba y cuerpo inferior de pez, con frecuencia volubles en su carácter y enamoradizas, imagen popularizada gracias al cuento del s. XIX de Andersen, convertido en cuento infantil por la factoría Disney. En la película Piratas del Caribe IV, se atribuye un poder mágico a las lágrimas de las sirenas, así como el carácter mortífero que los marineros griegos habían sufrido en la mitología...

Pero la figura original es griega: un pájaro con aspecto de águila y cabeza de mujer, dotado de una voz melodiosa y mágica, que usaba para engañar a los marineros, haciendo que encallaran sus barcos para matarlos (hasta que Odiseo logra sobrevivir a su canto y antes Orfeo tapa sus voces con su propio canto). En origen las sirenas fueron sirvientas de Perséfone, hijas de una Musa el dios Aqueloo, mujeres que suplicaron poder volar para ir a rescatar a la joven del Reino de los Muertos y buscarla por el mar. Otras historias relatan, más bien, que sus alas son fruto de una maldición de Afrodita, pues las mujeres se burlaron de sus dotes amatorias. También relacionado con sus alas y los castigos se encuentra una historia en la que Hera las invita a competir con sus cantos contra las Musas, y estas acaban venciendo, celebrando el triunfo arrancando plumas de sus alas para hacerse unas coronas.

Es posible, sin embargo, que la primera sirena no fuera griega, sino siria: la diosa de la fertilidad Atargatis, que nació de un huevo puesto por un pez, de forma que la mitad de su cuerpo era la cola de un pez. Esto le sirvió para poder huir junto a su hijo, cuando el dios Mopsos le perseguía y se escapó nadando por un lago.

La imagen popular que tenemos hoy de las sirenas como mujeres- pez procede de la Edad Media, momento en el que se desarrolla especialmente la mitología nórdica, en la que sí existen estos personajes mitad marinos, mitad humanos: mujeres -y hombres- a los que se les pueden ver sobre la espuma del mar, cerca de los acantilados, con cabellos azules y verdes. En la cartografía medieval era frecuente situar en sus extremos la expresión "aquí están las sirenas"... y algunas personas en el s. XIX aseguran haber visto a una en el mar Caribe...

6 aportaciones:

Angela dijo...

Aún no he visto la película.

Una sugerencia, para que no te monte el video en la barra lateral, puedes ponerlo más pequeño o ampliar un poco la plantilla, seguro te queda mejor.

Un saludo

Cayetano dijo...

Cuidado con las sirenas.
Algunas son terroríficas. Ver imágenes:
http://latinajadediogenes.blogspot.com/search/label/Sirenas

Un saludo.

profedegriego dijo...

Tienes toda la razón, querida Negrevernis, con esa diferenciación entre las sirenas con cuerpo de pez, popularizadas por el cuento de Andersen y la famosa estatua del puerto de Copenhague, y las de la mitología griega; mucho me cuesta desterrar esa imagen cuando explico a mis alumnos que las sirenas de las que habla Homero, que atraían irremediablemente a los marineros con sus seductores cantos hacia un terrible destino, eran, nada menos, que criaturas monstruosas.
Preciosa entrada e interesantísima.
Mil bicos, amiga.

Negrevernis dijo...

Gracias por tu comentario, Angela.
Si has visitado más entradas de mi blog, habrás podido comprobar que hay otros vídeos insertos en ellas, con las medidas correctas; en este caso la vista previa falló, pero ya está todo corregido.

Un saludo.

Negrevernis dijo...

Así es, Cayetano. Gracias por tu enlace.

Negrevernis dijo...

Gracias, Profedegriego.
Efectivamente, la imaginería popular ha hecho que nos olvidemos de que las sirenas eran seres destructivos. Nuestros alumnos seguro que se quedan con la imagen más comercial y dulce.

Un saludo.