El Acta de Supremacía (1534)

El rey, y sus sucesores, sea tenido, aceptado y reputado como jefe supremo en la tierra de la iglesia de Inglaterra, llamada iglesia anglicana.

Acta de Supremacía, noviembre de 1534

Al calor de la reforma religiosa que se había extendido por la Europa occidental -Lutero en el Imperio alemán, Calvino en Ginebra, Zwinglio en Zurich-, el Parlamento inglés da el visto bueno a los cambios religiosos promovidos por su rey Enrique VIII, curiosamente nombrado antes Defensor de la fe por el Papa León X tras sus escritos contra Lutero.

La separación de la Iglesia anglicana vino motivado por motivos políticos: el rey, buscando un heredero, solicita al Papa la nulidad matrimonial de Catalina de Aragón -tía del emperador Carlos V-, alegando que ya había estado casada antes con su hermano Arturo, príncipe de Gales. El objetivo, casarse con Ana Bolena, más joven, que se había quedado embarazada, para así legalizar la situación del hijo de ambos -que sería, al final, una niña, la futura Isabel I de Inglaterra.

Ante la negativa de Roma, Enrique VIII se proclama Protector y Cabeza Suprema de la Iglesia de Inglaterra (1531). En 1533 Th. Cramer, primado de la Iglesia de Inglaterra declara nulo el matrimonio de Catalina de Aragón, reconociendo así en secreto el del rey con Ana Bolena. Esto supondrá la excomunión posterior de todos ellos.

Con este documento, Enrique VIII exige el juramento de fidelidad a la nueva normativa por parte de la jerarquía eclesiástica del país, así como su reconocimiento de poder para definir doctrinas y condenar herejías. Algunos se negaron, como Tomás Moro, el obispo J. Fisher y algunos priores cartujos; todos fueron ajusticiados.

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