Microrrelatos con sabor a yogur (2): Día del libro 2016

Con motivo del Día del Libro -actividad escolar que viene siendo repetitiva en los centros escolares desde hace varios años-, este curso decidí volver a realizar los mismos talleres que el curso pasado, pero esta vez, con 3º de ESO, ya que a lo largo de este año -ya se sabe: los profesores contamos los años por cursos- uno de estos grupos es mi tutoría.

En primer lugar presentamos algunos libros que para cada uno de nosotros había sido especialmente importante, pues detrás de ellos había una historia personal, el regalo de un ser querido, el recuerdo de un abuelo, la historia que a alguien le había hecho llorar, un personaje con el que sentirse identificado o el motivo por el que en la actualidad esa persona se había enganchado a la lectura:



En mi caso, presenté tres libros: El perfume (libro que me he leído varias veces, ya que la historia siempre tiene algo diferente para mí y acaba enganchándome como el primer día), un libro de mitología egipcia ilustrada para niños (el mundo de la Historia egipcia me resulta, cada día apasionante) y el libro que actualmente me estoy leyendo. Varios libros se repitieron a lo largo de la actividad, lo que demuestra que sí, que es posible animar a los alumnos con la lectura a través de historias reales o cercanas a ellos. 

Posteriormente llevé a cabo de nuevo la actividad de los microrrelatos de yogur: varios envases de yogur vacíos iban a ser los depositarios de pequeños papeles: el inicio y el final de una historia, un personaje, una época, un lugar y un objeto. Cada alumno debía rellenar seis papeles, colocarlos en el sitio correspondiente y luego coger uno que no fuera el suyo, al azar. 




¿Y qué hacer después con los seis papeles que la suerte había entregado a cada uno? ¡Dejar volar la imaginación! Y este es el resultado: 



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