Según el Tao, Yin y Yang son los dos aspectos inseparables de la fuerza universal. El Yin es el principio femenino -asociado a la sombra, la luna y lo pasivo-, mientras que el Yang es lo masculino -luz, sol, vigor. De acuerdo con esta filosofía, estamos rodeados por elementos de estos dos principios, que producen armonía cuando están equilibrados.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2yD65qLWcu3adxnyjL-wjYk_5K-mKTmjLQYAdM_Ipw42JBgKBfBlBT2xfMJIVhQj7dghOb4vRuS7eTiGAvDLd7YOcfundwLfdpIBjowT7J3r9yuFp8U0_GqnKDvQwl5rXeRQWrBqMr3E/s320/yin_yang.gif)
Esta dualidad de la Naturaleza se representa con el círculo Tai-ji -el primer principio, del que salen todos los demás-, muy popular incluso en nuestra cultura occidental. La parte negra es Yin y la blanca, Yang; los puntos negros en ambos nos recuerdan que lo masculino y lo femenino establecen relaciones de interdependencia.
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Esta dualidad de la Naturaleza se representa con el círculo Tai-ji -el primer principio, del que salen todos los demás-, muy popular incluso en nuestra cultura occidental. La parte negra es Yin y la blanca, Yang; los puntos negros en ambos nos recuerdan que lo masculino y lo femenino establecen relaciones de interdependencia.
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