Prometeo era hijo del Titán Eurimedonte -o de Jápeto, según algunos- y de la ninfa Clímene. Fue, sin duda, el más sabio de su raza y desde el principio tuvo bien claro que Zeus se convertiría pronto -por las buenas o por las malas- en el padre de los dioses; además, contó con buenos maestros entre las divinidades, pues Atenea le enseñó matemáticas, arquitectura, astronomía, medicina y otras cosas útiles que luego él enseñó a la humanidad.
Pero no contaba con que Zeus estaba empeñado, a esas alturas, con acabar con los molestos humanos. Si no lo había hecho a esas alturas era porque Prometeo le insistía una y otra vez para que los mantuviera con vida; y, por si fuera poco, no hacía más que enseñarles cosas, como a hacer casas de ladrillo y madera, domesticar animales, navegar, los números y las letras o técnicas de minería. De hecho, tantas eran las bondades que daba Prometeo a los hombres que algunos le consideran incluso el creador de la humanidad.
Prometeo, sin embargo, se ganó la enemistad de Zeus rápidamente. Y acabó siendo castigado. Y ya se sabe que los castigos de los dioses son terribles. Dicen que robó a Zeus el fuego para dárselo a los hombres, encendiendo una antorcha en el carro del sol, otros, que conocía el nombre del hijo de Zeus que sería más fuerte y poderoso de su padre. Fuera como fuese, el castigo fue tremendo: Prometeo fue encadenado por Hefesto a la cordillera del Cáucaso, donde un águila comía su hígado de día, que se regeneraba por la noche.
Sin embargo, Hércules logró rescatarlo, pues consiguió matar al animal...
Prometeo, sin embargo, se ganó la enemistad de Zeus rápidamente. Y acabó siendo castigado. Y ya se sabe que los castigos de los dioses son terribles. Dicen que robó a Zeus el fuego para dárselo a los hombres, encendiendo una antorcha en el carro del sol, otros, que conocía el nombre del hijo de Zeus que sería más fuerte y poderoso de su padre. Fuera como fuese, el castigo fue tremendo: Prometeo fue encadenado por Hefesto a la cordillera del Cáucaso, donde un águila comía su hígado de día, que se regeneraba por la noche.
Sin embargo, Hércules logró rescatarlo, pues consiguió matar al animal...
- Más sobre los titanes y Prometeo, aquí.
3 aportaciones:
Lo prometido era deuda, ¿no?
Buena entrada, me encanta la mitología y sobre todo la griega =)
Claro, Rukia, todas las sugerencias son bienvenidas. Y, además, tenías razón: faltaba Prometeo.
A mí también me gusta mucho la mitología griega, aunque empiezo a pensar que tengo olvidada en el blog la egipcia. ¡Habrá que poner remedio!
Un abrazo.
Excelente! A mí también me encanta la mitología griega!! Buen post
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