Estimada Negrevernis, ¡cuánta verdad en esta tira cómica! Nuestros actuales alumnos, tan alfabetizados digitalmente, no saben lo que se pierden sin el placer de los libros de verdad! Mil bicos.
Una lástima, Profedegriego, porque el poder saborear los libros comienza a ser casi una especie en extinción. ¿Cómo les podremos convencer de lo bueno que es perderse entre las líneas? Un abrazo.
Los de mi generación somos lectores gracias a que entonces no había ordenadores ni maquinitas y en muchas casas no había ni televisor. Estos chicos de hoy están abocados al analfabetismo. Un saludo.
Cayetano, yo diría que ya son analfabetos funcionales. No comprenden ni los sencillos textos en redes sociales o enunciados con los que se encuentran diariamente.
Borro el spam. Elimino el comentario irrespetuoso. Visito tu enlace si no pones a prueba mi paciencia con faltas de respeto. No acepto comentarios anónimos.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.
Estimada Negrevernis, ¡cuánta verdad en esta tira cómica! Nuestros actuales alumnos, tan alfabetizados digitalmente, no saben lo que se pierden sin el placer de los libros de verdad!
ResponderEliminarMil bicos.
Una lástima, Profedegriego, porque el poder saborear los libros comienza a ser casi una especie en extinción. ¿Cómo les podremos convencer de lo bueno que es perderse entre las líneas?
ResponderEliminarUn abrazo.
Los de mi generación somos lectores gracias a que entonces no había ordenadores ni maquinitas y en muchas casas no había ni televisor.
ResponderEliminarEstos chicos de hoy están abocados al analfabetismo.
Un saludo.
Cayetano, yo diría que ya son analfabetos funcionales. No comprenden ni los sencillos textos en redes sociales o enunciados con los que se encuentran diariamente.
ResponderEliminarUn saludo.