Juega con los países de Europa.

Mis alumnos de 3º tuvieron el viernes pasado el último examen del tema de Geografía Descriptiva. Mejor no opino...

Creo que tendrían que haber practicado un poco más, por ejemplo, haciendo esto para repasar el mapa político europeo.


Pantocrator de San Clemente de Tahull.

Bienvenidos al Románico...

Bienvenidos a San Clemente de Tahull (Lérida), de donde procede esta imagen de Cristo en majestad o Cristo Juez -al que en la Edad Media llamaban Pantocrator. Sentado, rodeado por una mandorla decorada y un nimbo blanco, este Jesús nos mira de forma penetrante, mientras que con el brazo derecho nos bendice y en la mano izquierda sostiene el libro de la Ley
. Cristo aquí no está solo, pues le acompañan cuatro ángeles que llevan los símbolos de los cuatro evangelios y dos serafines de seis alas.Ahora no podrías ver esta obra en su lugar original (el ábside de la iglesia de San Climent), sino en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, que es donde yo pude encontrarlo. Claro, hay más obras que podrían enseñarte cosas de la pintura románica en España, pero esta es una de las que más me gustan -otra cosa más que te gusta, dirán algunos... Pues sí...

Si alguna vez te encuentras con esta obra
-o una similar-, no te olvides de contarle a los que te acompañen que:

  • las pinturas suelen estar en el ábside de las iglesias, ahí, bien enfrente del espectador, para que todo esté clarito.
  • su objetivo es didáctico: acercar a una población medieval que no sabe leer ni escribir el Antiguo y Nuevo Testamento, porque en forma de cómic es más fácil.
  • el contorno, bien marcado en negro, marca las siluetas de las figuras.
  • el color, en manchas, puro, sin gradaciones tonales ni sombras y generalmente rojos, ocres, azules, verdes, blancos.
  • los temas, poco variados: el Pantocrátor, escenas de santos y mártires y la Virgen con el Niño -a la que llaman Theotocos. ¡A veces salen los Reyes Magos!
  • la técnica empleada, el fresco: aplicar a la pared una mezcla de cal y arena sobre la que se trabajaba mientras estuviera húmeda.
  • el rostro de las imágenes es siempre serio e inexpresivo, al modo de las imágenes del arte bizantino.

En el blog Enseñ-Arte podrás encontrar un amplio comentario sobre esta obra.
Aquí sobre el Románico catalán. 

Pinchando aquí podrás leer unas breves reseñas sobre este tema y conocer algo de las principales obras.

Kuafu persigue al sol.


Kuafu era uno de los gigantes que vivió al principio de los tiempos. Amaba contemplar el sol cuando salía por el horizonte y se sumía en la tristeza cuando llegaba el anochecer, porque odiaba la oscuridad. Así, un día decidió que lo mejor que podía hacer era perseguir al sol para saber dónde se escondía cuando llegaba la noche, de forma que si lograba fijarlo en su cielo, nunca tendría que vivir sumido en la oscuridad; de esta forma, comenzó a perseguirlo.

Qué ingenuo...

Comenzó su persecución por las llanuras del norte de China. Como era un gigante, tenía piernas muy largas y sus zancadas eran de kilómetros. De esta forma, cuando llegó el crepúsculo, estaba muy cerca del lugar donde el sol reposa para descansar por las noches.

Kuafu, entonces, extendió sus enormes manos para atraparlo, pero de pronto sintió un deseo terrible de beber agua, una sed como nunca había sentido; todo su cuerpo pensaba en un únco objetivo: apagar el fuego que tenía dentro de sí y que le estaba abrasando. Se volvió entonces al río más cercano y se lo bebió entero, pero no pudo aplacar su sed. Corrió entonces río por río, sin saciarse y secando todos los que iba encontrando, hasta que llegó a la orilla del mar. Agotado, exhausto, se tumbó y con sus últimas fuerzas lanzó su bastón de madera al sol, que se estaba poniendo, con ira, cerrando después los ojos.

A la mañana siguiente, cuentan las historias que su figura había desaparecido y en su lugar se encontraba una enorme cadena montañosa -a la que los chinos llaman Hua Shan. Hacia el oeste, por donde se esconde el sol, había un bosque con forma de bastón, con árboles de hojas verdes y frutos brillantes y jugosos, frescos y mágicos que siempre aplacarían la más terrible sed, dando fuerzas a los caminantes. A esas frutas las llamamos melocotones.

Y parece que Kuafu sigue persiguiendo el sol: pincha aquí.


Los monjes cartujos.

Ayer hablábamos en 2º ESO de las órdenes religiosas que nacieron en la Edad Media. Es un tema por el que siento predilección, qué le vamos a hacer... Y siempre, siempre que lo cuento, hay una orden que llama mucho la atención a mis alumnos: la de los cartujos.

Estos monjes fueron fundados por San Bruno (1030-1101), y la regla que regula su vida fue aprobada por el Papa en 1133. Desde el s. XII existe también una rama femenina de la orden. Los cartujos viven de una manera que es lógico llame la atención a mis pequeños adolescentes, ya que aman la soledad y el silencio -uf, qué rollo, dicen enseguida las Marías, Antonios, Javieres,... Pero, claro, sólo desde el silencio salen las cosas verdaderas, las del corazón...

Los monasterios cartujos -las cartujas- tienen unas normas propias: sólo pueden vivir doce monjes y su prior, en clausura, viven en celdas individuales para cuidar el silencio y el ambiente de meditación, reuniéndose con sus compañeros en la celebración diaria de la Eucaristía y en dos momentos de oración especiales (maitines y vísperas); comen solos, excepto en las fiestas y pueden hablar una hora a la semana, en el claustro del monasterio. Pinchando aquí o aquí podrás leer algo más sobre la forma de vida de estos monjes y aquí podrás saber sobre cómo son sus monasterios.

Es normal que a mis alumnos les llame la atención esta forma de vida dedicada a la contemplación, la alabanza a Dios, la soledad, la austeridad y pobreza en el vestir, la ausencia de distracciones. Como me decían en clase ayer, estamos rodeados de ruído, es cierto, profe.

El código de Hammurabi.

Este es Hammurabi, que fue emperador de Babilonia entre 1792 a.C y 1750 a.C. Como rey de aquel momento, su objetivo principal fue asegurar su territorio frente a su principal enemigo, el rey Rim Sin de Larsa (de hecho, Hammurabi acabó convirtiendo a este rey en uno de sus súbditos). En aquel momento toda la zona de Mesopotamia era un abanico de ciudades-estado que el rey Hammurabi fue conquistando poco a poco -de hecho, uno de sus títulos fue el de rey de Sumer y Akkad, que simbolizaba el control sobre todo el valle del Tigris y Éufrates.

Pero como bien saben mis alumnos de 1º estos días, a nosotros nos ha llegado este personaje no sólo por sus importantes conquistas militares, sino sobre todo por mandar hacer la recopilación de leyes de todo su imperio -muy originales, lo llamamos Código de Hammurabi. Este código sirvió de modelo para otros posteriores.

El código está escrito en idioma acadio, en escritura cuneiforme, en una estela de basalto de unos dos metros de altura. En la parte superior se encuentra el rey Hammurabi delante del dios Samash, dios del Sol y la Justicia, que aparece sentado y entregando al rey el rollo de la ley -en las culturas mesopotámicas, el rey era considerado un intermediario entre dioses y hombres y eran las divinidades las que indicaban las leyes que, por tanto, no podían discutirse por lso humanos porque eran divinas.

Algunas cosas son importantes de este código, no sólo que sea el primero puesto por escrito: las penas se aplican de forma diferente según la posición social de la persona (a menor categoría, penas mayores) y la aplicación de la Ley del Talión (cuando los implicados son del mismo nivel social).

Aquí podrás encontrar los textos originales. Aquí un resumen de las características del Código y algunos textos. Aquí una selección de los artículos más importantes. Y en el blog de Algargos podrás encontrar una estupenda entrada y presentación sobre arte mesopotámico.


Helio, Faetón y el carro del Sol.

Hoy estaba decidida a escribir sobre el rey babilonio Hammurabi; vamos, estaba clarísimo, ya que esta semana mis alumnos de 1º ESO están sufriendo que el personaje en cuestión se decidiera a mandar poner por escrito el primer código de leyes de la Historia. Pero el comentario de Jesús en una entrada anterior me he hecho recordar que sí hubo héroes de la mitología griega que salieron volando -vale, que ya sé que habéis oido hablar de Ícaro-, pero también algún que otro dios...

Y ese fue Helio, el hijo de Hiperión y Tea, que todos los días se paseaba por el cielo de oriente a occidente con el carro del Sol. Por la noche, cansado pero orgulloso de su paseo, regresaba a su casa en el Norte, navegando en una barca dorada por el río Océano, que rodeaba la Tierra... Helio era deslumbrante, todo dorado, con su yelmo brillante, sus cuatro bellísimos caballos blancos de crines de oro: nadie podía mirarlo sin quedar impresionado.

Pero Helio tenía un hijo, Faetón, criado en Egipto, al que nunca visitaba mucho; y la gente se burlaba de él porque miraba siempre al cielo para ver a su padre por las mañanas. Nadie se creía que era el hijo de un dios. Y un día decidió demostrárselo a todos: le pidió a su padre que por un día le dejara conducir su carro del Sol. Pero no contó con que los caballos se sentirían libres, no guiados por la mano segura de Helio.

Faetón se dejó llevar... Quiso que todos en su tierra supieran quién era y lo que era capaz de hacer, de forma que bajó tanto el brillante y ardiente carro de su padre que la fértil tierra de Egipto -por aquel entonces- se quemó, convirtiéndose en el desierto que es hoy, salvo la delgada línea del sagrado Nilo. Asustado, elevó el carro de su padre tanto que la luz y el frío se cerraron sobre la Tierra. Todos podrían haber muerto si Zeus no hubiera intervenido matando a Faetón con uno de sus certeros rayos...
Cayó su cuerpo abrasado a las aguas del Erídano -al que algunos llaman hoy Ródano. Las ninfas, entristecidas, acudieron a su lado para intentar regresarlo a la vida; el corazón de Zeus se apiadó y transformó sus lágrimas en gotas de ámbar y a las bellas mujeres en álamos plateados que alivian el calor de las orillas de los ríos...

Mientras tanto, Helio, apenado, encontró su carro en Etiopía. El calor de su fuego había abrasado todo a su alrededor. Viajó despacio ese día. Las tinieblas de un eclipse cubrieron la tierra...


Jasón y los argonautas (12): la huída. Final.

Llegaron a la ciudad con el tiempo justo: quedaban apenas unas horas para el amanecer. En el puerto encontraron a Apsirto, el hermanastro de Medea, que se unía a los argonautas -aunque hay otra versión sobre esto, como puedes leer aquí. Levaron anclas y al llegar las primeras luces, el vigia se dio cuenta de que a lo lejos avanzaba una nave a velocidad superior a la normal... o a lo natural: Medea se dio cuenta de que su padre, el rey Eetes, estaba haciendo uso de sus poderes mágicos para dar alcance al Argos.

Pero Medea ya había previsto esto y lo tenía claro; ni los argonautas, tan héroes e hijos de dioses ellos se lo hubieran imaginado: la princesa clavó un puñal en su hermanastro, asesinándolo, corto su cuerpo en pedazos y los fue echando al mar. El rey, horrorizado, frenó el ritmo de su persecución para ir recogiendo los fragmentos del cuerpo de su hijo, con lo que el Argos pudo escapar...

Jasón y los suyos lograron volver a Yolco, superando a las sirenas contra las que había luchado Ulises... Y fue rey, claro, porque así estaba escrito y Zeus y Hera habían logrado lo que querían: que el vellocino regresara a Grecia. Se casó con Medea y hasta tuvo dos hijos con ella, pero realmente amaba a una princesa de Corinto; Medea, atacada por los celos, mató a Creúsa con un vestido envenenado y luego a los hijos que Jasón había tenido con esa mujer.

Y su fin, el fin del héroe que había atravesado medio Mediterráneo, cuentan las leyendas que fue terrible: los dioses le habían destinado una triste muerte, aplastado por el mascarón de su nave -el regalado por Atenea- mientras contemplaba el barco en la playa... O, tal vez, la diosa Hera, apidada por el destino amoroso de Jasón, había desenganchado el mascarón de la nave...

Aquí puedes leer algunas cosas más de la historia de Jasón.

Hoy comemos en Egipto


Te equivocas si piensas que los antiguos egipcios sólo pensaban en la muerte; aunque te entiendo: te fascina la Esfinge y no comprendes cómo pudieron hacer las pirámides -de hecho, siempre me topo con algún alumno que me habla de la intervención de los extraterrestres...

Supongamos que te encuentras en Abusir -por ejemplo. No te despistes: el mercado está lleno de vendedores y artesanos: carniceros, panaderos, pasteleros, catadores de vino y cerveceros. Te paseas siendo Sinuhé y estás impresionado: todo lo que te rodea habla de abundancia: agua, miel, aceite, frutas (peras, ciruelas, melocotones), rebaños y dulces. Sobre todo, dulces, porque eso a los egipcios les encanta. Pero has acudido al mercado, tienes invitados a la tarde y quieres preparar algo especial que no puedan olvidar.

La abundancia de comida es tal que no sabes qué escoger: higos, buen vino del Delta, pepinos, carnes, aves de caza, sandías, un melón muy dulce o algo de pescado... Cuentas con las recetas de la abuela de tu abuela, porque siguiendo la tradición, no sólo te gustan las buenas comidas que provienen del extranjero (especias, pescados), sino que aprendiste lo que en la cocina de tu familia pasaba de generación en generación. Y ya eso lo atestigua la tumba de tus antepasados, donde están satisfechos con sus manjares en el más allá: grandes cantidades de vino,cerveza y dulces, así como dieciséis tipos de pan y diez clases diferentes de carnes...

Finalmente te decides por lo que sabes que será un éxito seguro, y al llegar a tu casa, das las órdenes oportunas a tus sirvientes: preparar la sala de la cena con esteras infantiles para sentarse y las banquetas de los invitados, así como platos y cucharas en la mesa alrededor de la cual se sentarán tus invitados (los hombres y las mujeres separados, por supuesto, unos a un lado de la mesa y otros al otro); en las cocinas se trocea la carne de buey que has comprado al final y se asa una oca al mismo tiempo, mientras que algunos rellenan las jarras de vinos variados.

Para demostrar tu poder ecónomico indicas, además, que se sirvan algunas aves de caza, propias de una buena mesa. Indicas que nadie se olvide de la sopa de verduras y las cebollas asadas, pato con frutas y el pescado a la parrilla. Al ser una ocasión especial, además, has pedido con antelación que se prepare una gran bandeja de pasteles de higos y dátiles que luego se repartirán entre los pobres. Por supuesto, un buen acompañamiento musical servirá de entretenimiento a tus amigos.

Lee un interesante artículo sobre las comidas egipcias pinchando aquí.
Aquí sabrás qué era eso de la cerveza egipcia.
Y si te gusta el mundo egipcio, pásate por
aquí.


Jasón y los argonautas (11): el robo del vellocino de oro

Eetes no tuvo más remedio que cumplir su palabra empeñada . Pero Medea, más sabia que su padre, intuyó el peligro: él pretendía matar a su amado Jasón.

La princesa avisó al héroe de que el rey Eetes tenía pensado mandar a sus soldados a la Argos para matar a los aventureros durante el sueño, una hora antes del amanecer; osada, le indicó además que justo en ese momento la nave debía zarpar, con ella dentro, pero que era imprescindible que alguien tocara una dulce música... Jasón sabía que Orfeo era la persona indicada, pero Medea no quiso decirle cuál era el plan salvador, a pesar de insistir.

Cuando se hizo de noche, Medea ensilló tres caballos y se dirigió al bosque, acompañada por Jasón y Orfeo. Sólo se oía el ruído de los cascos y el ulular de los búhos. Al fondo, en un montículo, brillaba una extraña luz. Cuando se acercaron se dieron cuenta de que los árboles eran los que brillaban; tenían ante ellos el vellocino de oro: el bosque era sagrado y el velocino, la fuente del resplandor.

El vellocino era guardado por un temible y gigantesco dragón serpiente; Jasón, que por eso era un héroe, ya estaba dispuesto a enfrentarse a él con toda la fuerza de su espada, pero Orfeo se le adelantó, a instancias de Medea: las cuerdas de su lira sonaron envolviendo con su música el aire... dejando dormido al monstruo. Jasón subió velozmente por el árbol y cogió el vellocino, para escapar después rápidamente dejando al dragón ignorante del robo cometido...

Miguel Ángel y el bloque de mármol.


Miguel Ángel es uno de los genios, uno de los inmortales...

Cuenta la Historia -y la historia- que paseando un día con unos amigos se paró ante un gran bloque de mármol, brillante, casi deslumbrante. Sus amigos le apremiaban para continuar la marcha... Él se giró: "dentro de este bloque de marmol hay un ángel, debo sacarlo".

Y sigue la historia -y la Historia- contando que no paró hasta que aquél ángel logró desplegar sus alas...

El tremendo David también estaba dentro de un bloque de mármol... pero esta es otra historia...

Mi colegio. La fiesta.

Este es mi colegio -y el de algunos de los que me leen... El 7 de noviembre celebrábamos un día de fiesta de los colegios de la Provincia

Aquí os dejo el power point de la presentación... Para la reflexión de alumnos y sus profesores. Da igual, colegas profesores, de qué centro seáis:



Champollion: la Piedra Rosetta

Sin duda, es uno de los egiptólogos más importanes... incluso antes de que naciera la Egiptología como disciplina...

Jean-François Champollion (1790-1832) no era realmente egiptólogo al uso, sino un lingüista fascinado por el mundo egipcio. Estudió árabe, hebreo, copto, sirio, caldeo y otras disciplinas asociadas.

Muy joven, con 16 años, ya sospechó que el egipcio hablado en época faraónica tenía mucho que ver con la lengua copta propia del Egipto de la era cristiana. Y así lo expuso en 1807 en una obra que leyó en la Universidad de Grenoble, donde era profesor auxiliar de Historia. Su seguridad le permitió que desde la Universidad le ayudaran a ampliar sus estudios de copto en París, donde recibió una copia del texto de la piedra Rosetta. Y no pudo evitar comenzar a investigar su desciframiento. A partir de 1815 conocía la luz su gramática sobre copto.

Años después él mismo prepararía una expedición a Egipto, fruto de la cual escribiría una memoria dedicada al estudio de los caracteres egipcios. Su amor al mundo egipcio culminaría con la creación de una cátedra de egiptología y la preparación de una gramática jeroglífica.

Más sobre su biografía y obras.
Y sobre el desciframiento de la Piedra Rosetta:
aquí y aquí.
Ficha de la Piedra Rosetta.
Resumen sobre los
jeroglíficos egipcios.
Y si te gusta la Egiptología, no te pierdas
esto.
El juego de moda en el Egipto faraónico: juega al
Senet.

La Piedra Rosetta.

Hoy me preguntaba mi alumno Eduardo por la Piedra Rosetta; su duda era la fecha en qué fue encontrada y le he respondido que la solución la tendría aquí. Allá va...

En 1799, durante la expedición napoleónica a Egipto, fue hallada en Rashid (Rosetta, en el delta del Nilo), la losa de basalto negro que abriría el estudio de la escritura jeroglífica; aunque la encontró un soldado francés que dominaba el griego -uno de los idiomas de la Piedra-, al final acabó en el Museo Británico de Londres en febrero de 1802, donde sigue.

El texto, escrito en el año 196 a.C, es un decreto del emperador Ptolomeo V -que contaba entonces 13 años de edad- y está escrito en caracteres jeroglíficos, demótico y griego. Una copia de la inscripción llegó en 1808 a manos del gran Jean-François Champollion. Gracias a su domino del copto pudo ir traduciendo el texto .

Pero era una carrera por ser inmortal en la Historia, porque su colega inglés Thomas Joung también estaba en ello. Champollion logró adelantarse, obteniendo todos los resultados el 22 de septiembre de 1822. Cinco días después se hacían públicos sus estudios: había nacido la Egiptología como disciplina científica.

Jasón y los argonautas (10): la llegada a la Cólquide. Con Medea.


Medea sabía que su padre enviaba a Jasón a una muerte segura, pues nadie podía sobrevivir a aquellos toros: el fuego de su nariz abrasaba todo lo que tenía por delante. Pero, como su padre, Medea tenía poderes mágicos, de forma que hizo un ungüento protector con azafrán salvaje y se lo dio a Jasón para que se untara con él el cuerpo.


Así logró el héroe dominar a los toros.

Cuando terminó, obedeciendo a Eetes, sembró los dientes del dragón Cadmo, fundador en su día de la ciudad de Tebas; no habiendo terminado la tarea, empezaron a surgir de la tierra guerreros armados que se lanzaron contra él y los argonautas. Pero Medea, empeñada en ayudar a su amado, había prevenido a Jasón, por lo que el héroe ya sabía lo que tenía que hacer: lanzó en medio de los guerreros el yelmo y los soldados empezaron a luchar enbtre sí hasta que perecieron.

No quedaba más que pedir a Eetes el vellocino que le había prometido.

Refranero popular (noviembre)

Llegó la época de los buñuelos y huesos de santo. Y hoy se levantaba el día noviembrero con frío.
La sabiduría popular, en forma de refranes, habla de Noviembre con un mes demasiado frío:

Por Todos Santos, frío en los campos.
Por Todos Santos, los campos blancos.
Por Todos Santos, la nieve en los campos.
Por Todos los Santos, campos verdes y montes blancos.
Por Todos los Santos, hielo en los altos;
Por San Andrés, hielo en los pies.
Por los Santos, la nieve en los altos, y por San Andrés, en los pies.

Pincha aquí para conocer más.